Amenazan los prepotentes, los intolerantes y los que no llevan razón. Para amenazar no se necesita pensar. El abuso de poder es fácil ejercerlo, basta con tener un palo y levantarlo. Es lo más fácil, pero también lo más cobarde.
Presiones y malos modos por parte de no pocos responsables, y un sinfín de malas artes que muestran como NO se debe gestionar un grupo de personas.
A los dirigentes de una Empresa en el siglo XXI, cabe exigirles que, en el orden social, adopten una actitud seria, sensata y civilizada. Que adopten un código de conducta que destierre ciertas prácticas.
El “todo vale” con tal de conseguir un objetivo tiene que estar desterrado. La verdad y la honestidad han de prevalecer por encima del oportunismo y de ciertas mezquindades.
Saint Gobain tiene como asignatura pendiente la relación y el respeto con los trabajadores y con sus representantes. Una relación normalizada que destierre el abuso de poder y resista la prueba de personalismos, egos e intereses repelentes.
Una vez más volvemos a recordar esa frase tan corporativa que dice que lo importante en esta empresa son las PERSONAS. Aunque hay quien se esfuerza y pone su empeño cotidianamente, desde sus despachos, en que no se cumpla.
ES MAS FACIL AMENAZAR QUE DAR SOLUCIONES