Sección Sindical CSI Sain-Gobain Cristalería Avilés 09/03/2023
El referéndum arrojó unos
resultados globales del 71% SI y un 27 % NO, siendo en el centro de Avilés un
57% Si y un 40% NO. Consideramos desde CSI que este resultado nos lleva directamente
a retroceder, y a la espera del próximo ataque de la empresa, sin haber ganado
ni un solo palmo de terreno que nos permita afrontar futuras luchas en unas
mejores condiciones.
Teníamos la oportunidad en marcar un punto de inflexión en la desastrosa
trayectoria que venimos recorriendo en los últimos años, estableciendo en este Convenio
Colectivo nuestro futuro con la aportación de considerables mejoras para
nuestra salud, para nuestras condiciones de trabajo, para nuestras condiciones
económicas, y para nuestra vida social y familiar. Los beneficios estratosféricos
de Saint-Gobain dan para eso y para mucho más.
Se demuestra que el referéndum no ha sido más que la guinda final a un proceso negociador
que ha sido una completa farsa desde el principio, caracterizado por la no
participación e implicación de la plantilla, la desinformación y las mentiras, tal
y como desde CSI hemos venido denunciando también desde el principio con
nuestra posición en
la mesa muy minoritaria y con nuestro discurso en pro de la plataforma común
reivindicativa, intentando que las cosas fueran de otra manera. No fue posible,
porque estos sindicatos se descolgaron a los diez segundos y se dedicaron a
chanchullar con la empresa, como es práctica habitual.
Una plantilla que ha permanecido
pasiva, ausente, apática, desmovilizada y apartada del proceso de negociación
de su Convenio Colectivo, es un día más que esta plantilla ha estado perdiendo
posibilidades de sacar algo positivo, y un día más que ha propiciado que la
empresa se venga arriba y se atreva a seguir torpedeándonos y empeorando
nuestras condiciones de trabajo. Una gran parte de la plantilla conformista que
lo fía todo a lo que hagan a su aire unos “representantes sindicales” que todos
conocemos por sus andanzas, seguirá provocando que la empresa nos meta en otro
cenagal, no tardando mucho.
Quienes crean que se puede
permitir que aprobando un mal convenio en un referéndum pensando que luego éste
será reversible y que esto es un punto y final, SE EQUIVOCAN. Y pruebas hay de sobra en la historia de esta
compañía. La empresa y sus acólitos sindicales bien lo saben y continuarán haciendo
sus fechorías engañándonos.
Además, cuando se sabe que
los firmantes, CCOO y CGT, que representan la mayoría, no van a defender nada
de lo acordado, como ocurrió en el anterior convenio; cuando más del 70% de la plantilla ha avalado y legitimado este
proceso y preacuerdo de convenio, demostrando que no está dispuesta a hacer
nada para defender otra cosa conformándose con lo que le echen; cuando encimas
el primer efecto que produce este referéndum es la constatación de que la
plantilla está dividida por la mitad en el centro de Avilés y solo por eso ya
es una trampa; cuando a la empresa le han puesto en las manos todo lo que
quiere antes de que los trabajadores puedan decir nada; cuando no se va a poder
corregir muchas de las problemáticas que venimos arrastrando de atrás y ya son
insostenibles; cuando no hay alternativa ni plan alguno ni inversiones
productivas ni compromisos para el futuro del centro, entendemos desde la
CORRIENTE, que no es un día para estar contentos y tirar voladores.
Sí podemos felicitar a una
empresa que obtiene todos sus objetivos, y en particular a sus representantes
directivos que sin duda habrán conseguido una buena “inyección” de moral para
proseguir con su estrategia de derribo, además de un buen incremento de sus
esplendidos “bonus”, que luego se nos cargará a los trabajadores como parte de
los costes salariales de la plantilla. Y también tenemos que felicitar a estos sindicatos
“firmalotodo” que les siguen poniendo en bandeja a la empresa todo lo que les
pide y que continuarán haciéndola el caldo gordo con su
característico servilismo y sumisión que destilan a borbotones.
Pues nada…, ahora a
“disfrutar” de lo votado… y a esperar la siguiente arremetida. Sin duda,
tenemos lo que nos merecemos.