EL COMERCIO 28/06/2022
Medio millar de personas secundan la marcha organizada en contra de los despidos y a favor de un plan industrial para la planta de La Maruca
La plantilla de Saint-Gobain, arropada por familiares, amigos y extrabajadores, reclamó ayer en la calle un futuro basado en un plan industrial con nuevas inversiones. El comité de empresa se ofrece a negociar y valorar medidas de ajuste si antes se retira el expediente de regulación de empleo que hay sobre la mesa y que afecta a casi un centenar de trabajadores de la división de Sekurit, 42 de ellos de la fábrica de Avilés (los restantes, en la de Arbós, en Tarragona).
Las negociaciones se retoman hoy en Madrid, pero ayer quisieron lanzar un mensaje de unión y determinación con una manifestación que salió desde la fábrica de La Maruca hasta la plaza de España y que fue secundada por media millar de personas, según estimaciones de la Policía Local, entre las que también hubo representantes sindicales y políticos de Izquierda Unida, desde su coordinador, Ovidio Zapico, a la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, así como los diputados de Podemos Rafael Palacios y Daniel Ripa.
Encabezada por una patrulla de que iba cortando el tráfico por las avenida de Lugo y Los Telares a medida que avanzaba la marcha y por un furgón de la Policía Nacional, la manifestación encabezada por sendas pancartas que rezaban 'ERES y despidos para los directivos' y 'Aquí no sobra nadie, en defensa del empleo en Saint-Gobain' avanzó entre pitidos, petardos y gritos esporádicos de 'Aquí no sobra nadie' que se incrementaron conforme la cabecera recorría los últimos metros de la calle de la Ferrería y accedía a la plaza de España. Allí, otro medio de centenar de personas aproximadamente, esperaba y recibía con aplausos a una plantilla que ayer afrontaba su noveno día de huelga.
La marcha salió a las once de La Maruca y llegó a la plaza de España, donde fue recibida con aplausos, una hora y cuarto después
Tras guardar un minuto de silencio por el fallecimiento el domingo del padre de la presidenta del comité de empresa, Verónica Fernández Cueto, el secretario del mismo, Enrique Rouget de la Hera, leyó un manifiesto en el que se alertó del «problema que tenemos en Asturias: la deslocalización».
Recordó Rouget que la empresa, que había sido galardonada durante varios años con la insignia 'top employer' por su buen hacer en recursos humanos, presentaba ahora encima de la mesa 93 despidos y se preguntó qué viabilidad puede tener si desde hace años no hay ni grandes tiradas de modelos nuevos ni inversiones. «¿Dónde están los parabrisas de los coches eléctricos? ¿Dónde está el anuncio de la reconstrucción del horno?», planteó.
Ironizó también sobre la «suerte» de contar en la planta avilesina con un «director industrial a nivel europeo» al que tendrán que preguntar «si realmente Saint-Gobain apuesta por Asturias o nos va a dejar agonizando hasta que llegue la hora de cierre como ha pasado con otras empresas». Aludió el manifiesto a la historia de la antigua Cristalería Española en Avilés y las tres generaciones que han pasado por ella, profesionales «altamente cualificados, tal y como reconoció la propia compañía».
«Señores y señoras de las administraciones, en esta región no hay prado para tanto parado», alertó.
Futuro
Tras la pancarta, los secretarios generales de Industria de Comisiones Obreras y de UGT, reclamaron también a la empresa que se avenga a negociar un plan de futuro. Damián Manzano, secretario general de la Federación de Industria de CC. OO. en Asturias, exigió la retirada del expediente de regulación de empleo y la negociación con los trabajadores de «un plan de viabilidad y de futuro que permita el mantenimiento del empleo y de la actividad». «Este ERE no tiene razón de ser. Hay que hablar de un plan industrial», subrayó.
José Luis Alperi, secretario general de SOMA-Fitag-UGT, lamentó que la comarca avilesina esté «tristemente tan acostumbrada a pelear por la industria». Cree Alperi que «hay posibilidad de futuro, simplemente hay que hacer las inversiones que necesita esta factoría» y recordó que el comité se ha mostrado a favor de negociar salidas no traumáticas y un plan social.
Mientras la Corporación municipal se reunía con el comité de empresa, se mantuvo la concentración en la plaza de España, con los hijos de los trabajadores sentados en primera fila y también trabajadores jubilados apoyando la continuidad de la que fue su empresa. Entre otros, Genaro López, Daniel Gutiérrez, Sergio González y Gobain García, todos de la división de Glass, pero que ayer consideraban que su lugar estaba ahí. Todos expresaron su temor a un cierre que, salvo Genaro, ven como una posibilidad real. «Nos puede salvar el horno», valoraba este en presente. Más preocupado que ellos aún estaba Gobain, con un hijo trabajando en la empresa.
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