EL COMERCIO 14/06/2022
Los sindicatos de Saint-Gobain registraron ayer la convocatoria de huelga que afectará a partir del día 19 de este mes de junio a las fábricas tanto de Avilés como de Arbós, en Tarragona, un trámite que hubo de realizarse en Madrid por afectar a centros de trabajo en comunidades diferentes. Ahora deberán ser citados por el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje, tanto el comité como la empresa, para tratar de llegar a un acuerdo que se antoja complicado antes del domingo, cuando deberían iniciarse los paros.
Paralelamente, hoy se producirá una nueva reunión entre los sindicatos y la empresa, para tratar de avanzar en la negociación tanto del ERTE de doce días que la empresa planteaba para este mismo mes, y que se solaparían con la huelga, como del ERE. La empresa plantea la extinción de los contratos de cuarenta trabajadores de la división de Sekurit, un turno completo, para reorganizar la producción y hacer frente a la crisis que atraviesa el sector y que, lejos de ser coyuntural, la multinacional considera que ha llegado para quedarse.
Así, mientras la división de Glass, que produce vidrio para la construcción, marcha a buen ritmo y con beneficios, la de Sekurit, que fabrica lunas para vehículos, lleva años con caídas de pedidos. El pasado 2021, de hecho, fue el primero de la historia que cerraron en números rojos, con la nada desdeñable cifra de 4,4 millones de euros de pérdidas. Con el descenso de la venta de automóviles actual, producida por la incertidumbre del mercado ante el cambio hacia coches eléctricos y, sobre todo, el hecho de que la población joven adquiere coches en mucha menor medida de lo que lo hacía hace algunos años, aspectos que se suman a la inflación, la escasez de microchips y otros problemas del mercado, la previsión es que, de no llevar a cabo cambios, el Sekurit avilesino podría llegar a final de año acumulando otros seis millones de pérdidas, algo que la multinacional trata de evitar a toda costa.