EL COMERCIO 30/06/2022
Una sentada de trabajadores bloquea el acceso a la fábrica del personal de oficina, el único que venía entrando a lo largo del conflicto
El piquete de Saint-Gobain radicalizó ayer su protesta y llegó a bloquear el acceso del personal de oficinas con una sentada a primera hora de la mañana en el acceso a la fábrica de La Maruca. Durante la protesta, los trabajadores tan solo dejaron pasar al personal asignado a servicios mínimos, además de los transportes necesarios para que el horno float no sufra daños durante esta parada.
Desde el inicio de la huelga de veinte días, el pasado 19 de junio, el piquete había dejado pasar al personal de oficinas y directivos, si bien es cierto que casi todos los días se han producido momentos de tensión con la llegada de estos trabajadores a las instalaciones de La Maruca. En una ocasión, incluso llegó a intervenir la Policía Nacional para retirar la pancarta que bloqueaba el acceso a la fábrica y permitir que el personal accediese entre el abucheo de los huelguistas.
Sin embargo, la jornada de ayer fue diferente. Desde el piquete se trasladó a la Policía Nacional que su intención era dejar pasar al personal de oficinas, pero no con la caravana habitual, sino con los vehículos de dos en dos. Y facilitándoles antes información sobre la huelga y el rechazo al el expediente de regulación de empleo que plantea un centenar de despidos en la división de Sekurit de Saint-Gobain, cuatro decenas de ellos en Avilés.
Las negociaciones siguen en Madrid y el secretario general de UGT se reunirá hoy con los trabajadores en Avilés
Los agentes desplazados rechazaron tal posibilidad, planteando que el acceso debería ser con el mismo sistema que hasta la fecha. El piquete decidió mantenerse en su postura y los trabajadores optaron por sentarse bajo el puentín que es el único paso a la fábrica por carretera. También se prendió fuego a una pequeña barricada.
De esa manera, la fábrica se mantuvo totalmente aislada y el personal de oficina no accedió. Los huelguistas sólo dejaron pasar a los camiones de servicios mínimos, con las materias primas necesarias para el funcionamiento del horno float de Glass, y los once trabajadores que ayer estaban designados como servicios mínimos.
Mientras tanto, dirección y comité intercentros, integrado por los sindicatos Comisiones Obreras, SOMA-Fitag-UGT, Corriente Sindical de Izquierdas y CNT, celebraron ayer una nueva reunión en Madrid. El encuentro matinal se suspendió a petición de los sindicatos, para poder mantener una reunión entre ellos y analizar la situación.
Por la tarde, las partes siguieron abordando la situación del expediente de regulación de empleo. Los sindicatos reclaman la retirada del centenar de despidos, inversiones, un plan industrial y cesar las deslocalizaciones, aunque la dirección niega que ésta exista y asegura que enviar la producción de parabrisas desde Avilés a Marruecos a las fábricas de Renault tan solo aumentaría las pérdidas de la fábrica de Avilés. Por parte de la dirección, va respondiendo a las peticiones de información de los sindicatos, si bien con cierto cansancio toda vez que se solicitan datos que ya aparecen en la memoria del expediente de regulación de empleo. Hoy jueves, se celebrará en Madrid la última ronda de conversaciones de esta semana.
Además, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, junto con su homólogo en el SOMA-Fitag-UGT, visitarán hoy la fábrica de Avilés y mantendrán un encuentro con los trabajadores.
Por otra parte, la Junta General del Principado aprobó ayer una declaración institucional de apoyo a los trabajadores de Saint-Gobain en la que también se solicita a la dirección de la multinacional que no aplique la regulación de empleo «de manera unilateral».