El consejero de Industria reclama a la multinacional que se plantee “la contratación de más personal” cuando el automóvil vuelva a crecer
Las trompetas lo habían anunciado. Las medidas “de calado” que la multinacional Saint-Gobain Cristalería planeaba para su negocio de parabrisas –su división Sekurit– se han concretado. La dirección de la empresa anunció ayer a los representantes sindicales en el comité intercentros –el órgano en el que se sientan delegados de la planta de Avilés y de Arbós, en Tarragona– que tiene intención de despedir a cien trabajadores de la línea de vidrio de automoción: el 40 por ciento de estos despidos se van a producir en la planta avilesina. El resto, en Cataluña. O, al menos, esta es la intención de la dirección de este departamento en España. Y esto es así porque ahora toca conformar la mesa de negociación de este expediente de regulación de empleo con extinción de contrato (ERE), que será donde se discutan los números finales de “esta mala noticia”, tal y como la calificó ayer el consejero de Industria en Avilés.
Pero esta no es la única “mala noticia” del día en la multinacional francesa. La dirección de la compañía aprovechó el primer zambombazo para añadir otro: un expediente temporal de empleo de 12 días este mes de junio. Esta medida se suma a dos paradas de las instalaciones este pasado mayo –una programada y la otra no–. No corren buenos vientos para hacer vidrio de automoción. La empresa considera que “la industria del automóvil está sufriendo una crisis de demanda sin precedentes”. Añaden que las circunstancias particulares de este negocio principal “arrastra a todo su sector auxiliar”, que es donde se sitúa la producción de vidrio de automoción.
Los representantes sindicales, sin embargo, no son de la misma opinión: “En el comité intercentros siempre hemos mantenido que la dirección tiene un Plan Industrial de futuro y estratégico para del Sekurit en la península. Hoy [por ayer] lo han puesto encima de la mesa. La realidad es que la empresa lleva deslocalizando la actividad de un modo intencionado hacia mercados de trabajo precarios, y que la plantilla de trabajadores es un número o coste sin importancia”. Y añaden: “Los trabajadores de Sekurit se merecen que se apueste de un modo firme y robusto por la actividad en los centros, realizando inversiones, desarrollos de nuevos productos y un plan industrial de trabajo y fabricación de modelos de valor añadido que garanticen la actividad”.
El consejero de Industria, el socialista Enrique Fernández, presidió ayer el plenario que eligió a Daniel González décimo tercer presidente de la Cámara de Comercio. Al término del acto declaró a los periodistas: “Por parte del Gobierno de Asturias hemos trasladado desde el primer momento a la compañía las herramientas que tenemos a su disposición por si es necesario redistribuir las líneas de producción o diversificar en otros productos”. Advirtió, a continuación: “Les hemos trasladado que la compañía, en el momento actual se ve obligada a reducir su plantilla por circunstancias de mercado, en el mismo momento en que este mercado vuelva a traccionar, a soplar viento de cola, pues que se planteen nuevamente, la contratación de más personal”.
Benoit Bazin, el consejero delegado de la matriz de Saint-Gobain Cristalería, había dado el contexto del negocio del vidrio automoción durante la última Convención para el Diálogo Social este pasado mes de mayo. Dijo, de hecho, que no era el mejor de los posibles. Por esto, la decisión que tomó la compañía ayer –que estaba en el calendario de previsiones de los representantes sindicales, tal y como adelantó este periódico– no causó sorpresa. Había dicho en París que había que “racionalizar” el negocio porque, según su opinión , el mercado del automóvil se ha ido “detrás de los clientes”, es decir, que la multinacional había tenido que montar instalaciones al lado de fábricas de automóviles y que, pese a ello, “en algún caso” estas empresas habían “dejado tirados” a Saint-Gobain “dando la producción a la competencia”. Añadió a este respecto: “En la actualidad, las empresas de fabricación de automóviles están arrojando rentabilidades del 12 o 13%, mientras que nuestra actividad está en torno a un 3%. Esto es inasumible, y ha llegado el momento de coger la gobernanza ”.
La caída del sector del automóvil
El sector del automóvil vive una tormenta perfecta: la falta de superconductores (elementos imprescindibles para la fabricación de automóviles), el conflicto de la guerra de Ucrania y la falta de venta de coches. No se construyen y los que salen al mercado se quedan sin comprador. Este huracán es el que está sufriendo desde hace meses el departamento de vidrio de automoción de la multinacional. Tan es así que la asesoría internacional Syndex señaló en su último informe sobre la situación de la multinacional Saint-Gobain en Europa que la “planta de Avilés, [es] identificada por la dirección de Sekurit como una ‘planta cara’”. Añade ese informe que la fábrica de parabrisas asturiana no está en las mejores condiciones de levantar cabeza “en el contexto económico y competitivo existente”. En el mismo informe, que se presentó en la última Convención para el Diálogo Social de París, los asesores sindicales señalaron, además: “Con el cierre de Santa Iria y el traslado de la producción de recambio principalmente no resuelve todos los problemas: no será suficiente para recuperar el margen de explotación en parabrisas (0 y 2%)”. Se refería a la fábrica que la compañía tenía en las cercanías de Lisboa en Portugal y que se dedicaba a fabricar vidrio para repuestos. En Avilés, sin embargo, se había optado por la fabricación de parabrisas nuevos: la empresa los llama de valor añadido. Y eso es lo que empezó a cambiar el pasado mes de agosto. Ahora se toma una nueva medida que ha encendido a los representantes sindicales