La Nueva España 26/10/2025
Los tiempos en la multinacional francesa con fábrica en La Maruca son paradójicos: ha empezado una negociación de un convenio sin que la empresa aclare la forma de ese futuro
Lo que pasa en la fábrica que la multinacional Saint-Gobain
tiene en Avilés es que su "corazón industrial" –su "horno
float"– palpita como el de un fumador con epoc. Y así no hay manera de ver
un porvenir que no esté lleno de niebla.
El artilugio de La Maruca está en las últimas –lo sienten
así los trabajadores y también la dirección de la fábrica: este verano vivió
dos averías consecutivas que dejó a la planta temblando– y la empresa sigue sin
aclarar cómo se va a enfrentar a esa situación: ¿Ordenará nuevos arreglos o
acaso optará por cambio total? Hay quienes van un paso más: si el año 2024 fue
el del cierre del negocio de los parabrisas, ¿qué será 2026?
Sin que la compañía clarifique todo esto –los trabajadores
consideran que es fundamental, que es el primer paso que hay que dar– ha sido
que la compañía ha denunciado el convenio colectivo. Y así es que la dirección
y los representantes sindicales están negociando un porvenir "sin saber si
hay porvenir o, en el mejor de los casos, sin saber qué clase de porvenir es el
que va a llegar", dicen.
Cierre de Sekurit
El cierre del negocio de parabrisas en Avilés, los despidos
y recolocaciones subsiguientes trajeron novedades en la organización de los
negocios de la multinacional francesa en España. El primero de ellos es la
creación de Saint-Gobain Sekurit España para encargarse de la planta
tarraconense. Avilés queda de la mano de Saint-Gobain Cristalería.
Llevan dos reuniones y la compañía apuesta por la rebaja de
los sueldos para animar a la dirección mundial a anunciar la inversión del
horno en Avilés. "Parece que quieren que seamos nosotros los que paguemos
el horno-float", dicen. "Nos han visto la cara".
Todo esto viene en paralelo a una intervención del consejero
de Ciencia e Industria, Borja Sánchez, en la Junta General del Principado. Le
dijo a la diputada Covadonga Tomé que ya se sabía lo que iba a costar el nuevo
horno –"entre 120 y 140 millones"– y le dijo a continuación:
"Nuestra principal preocupación es evitar retrasos que, sobre todo, puedan
comprometer los plazos de entrada de funcionamiento del nuevo horno". La
empresa, en las negociaciones se mueve con otras horquillas dinerarias.
La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, dijo el otro día
que la dirección de Saint-Gobain está "profundamente implicada" para
que se construya el nuevo horno-float. La empresa, por sí misma, no ha dicho
nada todavía. En unos días sigue la negociación paradójica: porvenir entre
interrogantes contra una bajada de salarios.
https://www.lne.es/aviles/2025/10/26/nuevo-porvenir-saint-gobain-cristaleria-123026592.html