Se han convocado protestas el viernes y el lunes frente a los ayuntamientos de Avilés y Castrillón que esperan sumar apoyo popular
Los representantes de dos consultoras explicaron ayer al comité de empresa de Saint-Gobain las posibilidades de recolocación para algunos de los 160 trabajadores de la línea de Sekurit que, conforme a los planes de la multinacional, se quedarán en la calle a partir del 25 de mayo. Fue en la tercera de las reuniones 'informativas' que, previas al periodo de consultas para abordar el proceso de cese de actividad, ha convocado la empresa, pero cuyo contenido en ningún caso convenció a los sindicatos. CSI llegó a decir que «no ofrecieron nada que no se pueda encontrar en Infojobs». De ahí que al término de la reunión se decidiera ampliar el calendario de concentraciones. Además de la de hoy en la portería de la empresa, de 12 a 16 horas, está previsto celebrar una el viernes en la Plaza de España, frente al Ayuntamiento de Avilés, y otra el lunes en Piedras Blancas, frente al Ayuntamiento de Castrillón.
UGT, el sindicato con mayor representación en el comité, con seis personas, quiso ser prudente y se remitió al comunicado que envió el lunes al filo de la medianoche. En el mismo, además de rechazar el cierre de la división de Sekurit, señalan que ahora sólo cabe centrarse en «mantener el empleo en nuestro centro de trabajo». Instan a la multinacional a adoptar compromisos con el futuro de la fábrica en la comarca y, con el apoyo de la Viceconsejería de Industria, solicitan un plan de futuro.
Cambio de visión
Comisiones Obreras no termina de entender la justificación de este cierre. «La empresa nos compara con los salarios de Kenitra, en Marruecos, y dice que somos caros, pero por qué si técnicamente somos buenos. ¿Si la empresa tiene un problema de estrategia comercial en un negocio global a nivel europeo por qué tiene que ser la factoría de Avilés la que pague este peaje?», se pregunta el sindicato.
El jueves será la cuarta reunión y después llegará el proceso más comprometido: la negociación del futuro de los 160 empleos directos afectados por el anunciado cese de actividad. En el anterior encuentro, el pasado viernes, la dirección de Sekurit trató de justificar al comité de empresa las causas que han provocado que Saint-Gobain haya anunciado el cierre de su unidad de negocio. Según la compañía se adopta esta decisión por un «problema de estrategia comercial y rendimiento» respaldado por el informe de un asesor externo que ya hace dos años justificaba el expediente de despido de 43 trabajadores que, finalmente, la dirección suspendió. Para los sindicatos, ese informe carece de «credibilidad».
Según ese análisis, la fábrica de Sekurit en Avilés presenta números rojos año tras año desde 2021 cuando, por primera vez en su historia, esta división perdió cuatro millones de euros. Esto ha sido provocado, según la dirección, por el difícil momento que atraviesa el mercado del automóvil, como se ve en los diferentes ajustes que sufren las fábricas existentes en España, uno de los principales productores del mundo. La pujanza de las factorías asentadas en China e India supone una competencia a la que es difícil plantar cara desde las industrias europeas, donde los derechos laborales están garantizados y unos salarios dignos, también.
La empresa también recordó que junto con el fallido ERE de hace dos años se había tratado de adoptar un cambio de rumbo en la división, introduciéndola en el mercado de los recambios, un intento que se frustró. La lectura del comité sobre el mercado es, obviamente, distinta.
A pesar de que tras el anuncio del cese de actividad, comunicado el lunes 15, los sindicatos asumieron la decisión como irreversible y se plantearon abordar la negociación de manera que los trabajadores de Sekurit pudieran salir de la mejor manera posible, con el paso de los días se ha reforzado la idea de presentar batalla y tratar de conseguir cambios como se lograron en 2022. Aunque el Principado es un mero espectador, el apoyo brindado por el viceconsejero de Industria, Isaac Pola, brinda un halo de confianza al comité de empresa. Ambos coincidieron en solicitar a Saint-Gobain «un plan industrial y un plan de futuro» que permita «la continuidad de todas las líneas de fabricación, su refuerzo y el mantenimiento del empleo».
El viceconsejero trasladó el compromiso del Principado para hablar con la multinacional y lograr la unidad de todos los agentes en esta negociación porque el hecho de que la compañía no haya solicitado ayudas para iniciar el proceso de descarbonización y tampoco haya invertido en el horno float de la división de Glass no hace presagiar nada bueno.