EL COMERCIO 12/07/2022
Las asambleas llevadas a cabo en la fábrica ayer sirvieron para analizar los veinte días de huelga y agradecer los apoyos recibidos
Los representantes de los trabajadores de Saint-Gobain que negociaron en Madrid en los últimos días con los directivos de la multinacional explicaron ayer a sus compañeros de fábrica, en dos asambleas celebradas en el turno de mañana y de tarde, todo lo acontecido la pasada semana en esa mesa de negociación que condujo finalmente a que la empresa retirase el ERE para la extinción de los empleos de la división de Sekurit. Los trabajadores valoraron lo que se considera un triunfo, pero todavía existe la incertidumbre de qué sucederá a partir de ahora. De momento, la multinacional no ha convocado de nuevo a los sindicatos a la mesa de negociación para retomar el diálogo sobre ajustes en las plantas de Avilés y de Arbós, en Tarragona.
La retirada del expediente llegó a primera hora de la tarde del viernes pasado tras varias jornadas maratonianas de reuniones. Desde su anuncio a principios de junio hasta el jueves, la empresa pasó de plantear la regulación de 93 trabajadores de ambas factorías a rebajar el número a 42, de los cuales veinte serían en Avilés, diecisiete en Arbós y cinco de los servicios centrales.
Los representantes sindicales aprovecharon las asambleas de ayer para agradecer lo que califican como una «increíble respuesta y apoyo al comité, sin los cuales estamos seguros de que en Madrid, nuestra fuerza para poner frente a este ERE hubiese sido incapaz de hacerles cambiar de opinión». En la lista de agradecimientos también entraron los trabajadores de las contratas, así como a los políticos y representantes sindicales que durante los veinte días de huelga mostraron su apoyo a la plantilla en sus concentraciones cada día en la portería de la fábrica en La Maruca.
«Sin la increíble respuesta y el apoyo al comité estamos seguros que no hubiésemos sido capaces de parar el ERE»
Objetivo inicial conseguido
Con un ambiente positivo por haber conseguido el objetivo inicial que se planteó con la convocatoria de la huelga hace algo más de veinte días, que era la retirada del ERE, los trabajadores han vuelto a la actividad en la planta en espera de que la empresa vuelva a mover ficha. Saben que no tardará mucho en hacerlo. Incluso ya se baraja que los representantes sindicales puedan volver a ser convocados la próxima semana.
Se abre un nuevo momento de negociación, pero ya sin la amenaza de los despidos sobre la mesa, que era lo que reclamaban los sindicatos desde el primer momento. La multinacional anunciaba la pasada semana un plan industrial que proponía una inversión de doce millones de euros en el horno de Glass, pero con salidas de trabajadores negociadas.