EL SALTO 12/07/2022
Ambas plantillas, de casi 800 trabajadores, mantuvieron una huelga de 20 días consecutivos en los tres turnos de las fábricas, parando la línea de producción. La unidad sindical ha sido clave para resolver este conflicto.
Desde el primer momento, la mesa de negociación de las dos plantas de Saint-Gobain Sekurit en Avilés (Asturias) y l'Arborç (Tarragona) convocaron una huelga unitaria en ambas fábricas. Durante 20 días pararon la línea de producción y han conseguido que la empresa retire el ERE que afectaba a 93 trabajadores (42 en Avilés, 51 en Arborç). Sin embargo, su alegría es contenida: saben que han ganado una “batalla”, pero que ahora toca bregar con la “incertidumbre” del futuro. Reclaman un plan industrial que haga viable a ambas plantas dedicadas, de momento, a la fabricación de limpiaparabrisas y vidrio plano.
La empresa argumentó que el mercado del automóvil se está “tranformando”, por lo que “arrastra a todo su sector auxiliar” y que prevé que la caída de ventas ocasionada por la pandemia, la crisis de suministros y la actual coyuntura no remontará. Comunicaron el ERE el 2 de junio. El 19 de junio arrancó la huelga de 20 días consecutivos, en los tres turnos, que secundaron unas 300 personas en Tarragona y alrededor de 480 en Asturias, las plantillas al completo. Convocaban la movilización los cuatro sindicatos que componen la mesa de negociación (CC OO tiene cinco delegados, UGT otros cinco, dos CGT y uno CSI). El pasado viernes, Saint-Gobain retiró el ERE. Los trabajadores, “cada día más unidos”, habían anunciado que iban a secundar una segunda tanda de 20 días de huelga, hasta finales de julio.
“No soportaron la presión de la movilización”, valora Enrique Carpintero, delegado de la Corriente Sindical de Izquierda. “La clave fue la unión de los trabajadores”, resume tras advertir de que este es un conflicto que “viene de largo”. Al horno de Avilés le quedan tres años de vida útil, desconocen si la empresa realizará una inversión para renovarlo. En los últimos años han sufrido tres ERTE y deslocalizaciones.
“Ahora nos queda la incertidumbre por conocer los pasos que van a dar. El centro debe estabilizarse y la empresa dialogar con la parte social para valorar la situación y planear el futuro”, considera Jesús Moro, de Comisiones Obreras, quien alerta de que, de momento, la empresa no les está haciendo partícipes de los planes del grupo francés. La transición ecológica afecta de lleno a empresas dedicadas a productos de automoción. Mantener el empleo y el conocimiento adquirido, cambiando los productos a fabricar y renovar la maquinaria, adaptándola a las nuevas necesidades, es el reto al que se enfrentan estos trabajadores.
Por ello, Comisiones Obreras llama a la multinacional a perfilar conjuntamente el plan industrial, para que “hable de investigación y de desarrollo de nuevos productos, para que las factorías puedan optar a la fabricación de modelos con más valor añadido, que aseguren el futuro de las instalaciones”.
Ante la alegría de que “93 familias no se vayan a la calle”, recuerda Modesto Cordero, de CGT, de Tarragona, la huelga se ha vivido con cierta “tensión” y “paciencia, cuando tienes cierto bagaje”.
El convenio colectivo caducó el pasado año y los sindicatos esperan que la empresa les convoque para negociar el siguiente.