El Comercio 30/11/2022
La incertidumbre sobre las negociaciones aplaza inversiones por valor de diez millones de euros en la planta de Sekurit
Saint-Gobain ha decidido aparcar las pruebas para la fabricación de parabrisas para Tesla en Avilés, lo que puede dejar a la fábrica de La Maruca fuera de la carrera para lograr el contrato de suministro con el afamado fabricante de vehículos eléctricos. Los test previstos debían haberse celebrado ayer martes, dentro de las mecánicas propias de estas licitaciones. De haber alcanzado los objetivos previstos, implicaría la posibilidad de inversiones y de que Sekurit Avilés presentase una oferta para modelos de Tesla, en un proceso en el que se lleva trabajando desde hace varios meses.
Sin embargo, los equipos implicados recibieron ayer la noticia de que se suspendían las pruebas. La noticia se recibió desde instancias superiores y en las personas que conocen la situación temen que suponga la relegación del centro en la competencia por ese contrato.
En la decisión ha pesado, en buena medida, la situación de la mesa del pasado convenio, donde el pasado miércoles, 23 de noviembre, terminaron las conversaciones sin una fecha para volver a reunirse y con las partes en posiciones muy distantes.
Así, desde la dirección se reclama moderación salarial y abordar cambios en la organización para afrontar los retos del sector de automoción. En las conversaciones con el comité de empresa, la dirección planteó el horizonte de inversiones en Sekurit que podrían alcanzar los diez millones de euros. Además de que ayudaría a encauzar la decisión sobre el horno float de Glass, que se encuentra en la recta final de su vida útil.
Por su parte, los sindicatos se mantienen inflexibles en sus peticiones: mantenimiento del poder adquisitivo, reducción de la jornada e inversiones.
A lo largo de las reuniones, y ya desde el conflicto del pasado verano, la dirección de Sekurit ha planteado la necesidad de afrontar cambios antes de que la dirección mundial adopte decisiones más trágicas para Avilés, que este año va a volver a cerrar en números rojos por segunda vez en su historia. El pasado mayo, el mensaje de la dirección mundial fue claro: sólo se invertirá en los emplazamientos rentables y se cerrarán las fábricas con pérdidas.
Asamblea de fábrica
En esta situación, el comité de empresa ha convocado para mañana jueves, 1 de diciembre, una asamblea de fábrica para analizar la situación del convenio, además de la incorporación de trabajadores de Sekurit a Glass y la reorganización que ha implicado en este último departamento y que está provocando tensiones internas. Las convocatorias son a las once de la mañana y a las cuatro de la tarde para facilitar la presencia del mayor número posible de trabajadores.
El comité llega a la asamblea con la unidad sindical saltando por los aires. La Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) rechazó la plataforma del convenio pactado por Comisiones Obreras, UGT y CGT defendiendo una propuesta de máximos.
Las tensiones entre los sindicatos de la planta avilesina se evidencian en gestos como la ausencia de comunicados conjuntos sobre la evolución de las negociaciones y la actitud en la mesa de las negociaciones, donde cada uno plantea líneas rojas que no va a traspasar y que, en la práctica, provocan que las conversaciones se estanquen y no avancen.