Nortes 16/05/24
El presidente considera "inaceptable" que se ponga en duda su actuación ante la crisis en la fábrica avilesina.
El presidente del Principado, Adrián Barbón, se ha mostrado “sorprendido, defraudado y molesto” con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, por haber abierto un frente “y aporreado al Gobierno asturiano” durante la visita que ha hecho a los trabajadores afectados por el cierre de parte de la factoría que Saint-Gobain tiene en Avilés y que, en su opinión, responde a intereses partidistas.
Díaz se ha reunido este miércoles con el comité de empresa y una delegación de la plantilla de la multinacional francesa del vidrio para analizar el cierre de la línea de parabrisas para coches (Sekurit) de la planta avilesina, lo que dejaría sin empleo a unos 125 trabajadores, algo que la vicepresidenta cree que se puede evitar.
En su encuentro con los trabajadores y en declaraciones posteriores a los medios de comunicación, la vicepresidenta lamentó que no hubiese sido posible mantener un encuentro con el presidente asturiano para abordar posibles soluciones a ese cierre y le pidió que se pusiera del lado de los trabajadores.
“He instado a una reunión al presidente del Principado, que tiene competencias en materia industrial, para que reme a favor y se impida lo que la empresa quiere hacer”, señaló la vicepresidenta ante los trabajadores de Saint-Gobain.
Malestar y sorpresa
“Sorpresa y malestar” ante unas declaraciones “muy desafortunadas que no reflejan la realidad” han sido los términos en los que el presidente asturiano se ha pronunciado para cuestionar las palabras de la vicepresidenta segunda.
En su opinión, es “absolutamente inaceptable” que la vicepresidenta venga a Asturias, “uno de los pocos territorios del país con un gobierno de unidad progresista y reformista”, para “abrir un frente” con el Ejecutivo asturiano y poner en duda su actuación ante la crisis en Saint-Gobain.
La vicepresidenta “no tiene ni idea” del trabajo que lleva a cabo el Gobierno asturiano en este asunto, ha afirmado Barbón, para quien, por lealtad institucional y cortesía, lo primero que debería haber hecho ante un problema laboral de esta magnitud, y antes de hacer es declaraciones, es haber preguntado.
Según Barbón, en todo momento se pusieron a disposición de la vicepresidenta y si al final no hubo reunión fue porque él no podía dejar de cumplir con sus obligaciones como diputado en un parlamento en el que la diferencia entre el bloque progresista y el conservador es de un voto y porque el equipo de la ministra de Trabajo tampoco quiso madrugar más para programar un encuentro antes de que se iniciase el pleno a las 9:30 horas ni retrasar su vuelo de vuelta a Madrid.
“Sorprende por tanto que diga que no se ha podido reunir por culpa del presidente”, ha afirmado Barbón, que se ha preguntado si su visita a Asturias ha sido sólo “para hacerse una foto o para atacar a un gobierno de unidad progresista”.
Para Barbón, da la sensación de que la ministra, tras los comicios catalanes y las próximas elecciones europeas, “está más preocupada por las encuestas”, y si no ha venido por eso y tiene otros planteamientos que puedan ayudar a los trabajadores afectados por el ERE, debería trasladarlos al Gobierno asturiano.
La vicepresidenta ha trasladado a los trabajadores de Saint-Gobain que va a “defender hasta el último minuto que se garantice el mantenimiento del empleo”, aunque también ha reconocido que su departamento no tiene “por desgracia” competencias en este ámbito, pero que tratará de ayudar a evitar el cierre.