El Comercio 02/12/2022
El comité europeo traslada a la dirección el «malestar y desconfianza» de la plantilla hacia los planes de la empresa
El futuro de Sekurit en Avilés pende de un hilo y una consultora externa es la última oportunidad para evitar el cierre de las instalaciones de Saint-Gobain en La Maruca y al que, en la actualidad, parece encaminado. Así se desprende de un comunicado interno de Comisiones Obreras que ayer se leyó en las dos asambleas de trabajadores celebradas en la fábrica de Avilés.
El mensaje es un correo electrónico enviado por la representación de Comisiones Obreras en el comité europeo de Saint-Gobain, órgano donde se citan representantes de todos los centros de Saint-Gobain en Europa y la dirección. Internamente, la cúpula siempre le ha concedido una gran importancia como foro para informar de la situación de la compañía y de sus planes en un marco de diálogo social.
El comité europeo se celebra cada seis meses. Después del encuentro del pasado mayo, los pasados 23 y 34 de noviembre se programó una nueva reunión, donde los representantes españoles de Comisiones Obreras trasladaron la inquietud existente por el futuro de la continuidad de Sekurit en España a raíz de las tendencias del mercado.
La intervención del representante sindical no dejó nada en el tintero. Así, recordó la desconfianza que surge por la evolución de la planta de Kenitra, en Marruecos, que se presentó en su momento como un proyecto para atender el mercado africano y «realidad hoy es que Avilés solo fabrica el 50% de los parabrisas que vende».
Con el cierre del float de Arbós, la dirección avanzó que el Sekurit de Tarragona recibiría el vidrio a precios que asegurasen su competitividad. La saturación de determinadas plantas evitó que se cumpliese el objetivo, con lo que los costes son mayores y la rentabilidad de Sekurit en España también es menor.
La intervención incluyó una alusión a la fábrica de Portugal, donde se planteó un cambio de modelo como el que se quiere hacer en Avilés y ha terminado cerrada.
«Todos estas realidades, hacen que no exista confianza en los planes de la compañía, máxime cuando se pide una reducción de costes salariales a futuro entre el 10 y el 15% sin dar mayor justificación o números que avalen dicho modelo de negocio», explicó el representante de Comisiones.
Además, se recordó la huelga del pasado verano, cuando la dirección planteó un expediente de regulación de empleo de Sekurit que provocó una huelga de veinte días. Finalmente, se retiró pero la dirección aplicó la reestructuración «escalonadamente y sin mayor conflicto». De esta manera, se dibujaba un panorama en el que el diálogo entre las partes es muy difícil por la desconfianza que se ha asentado.
Regis Blugeon, director de Asuntos Sociales y Recursos Humanos de Saint-Gobain, respondió para explicar la situación de la compañía. Según su planteamiento, la dirección «se anticipa a las medidas de restructuración o cierre de un centro proponiendo alternativas, tal como han exigido una y otra vez los sindicatos». Para la multinacional «la opción más sencilla sería llevar la inversión a otro lugar, como Rumanía, y dejar que la situación del mercado hiciera que la demanda de Sekurit Avilés fuera más baja y terminar cerrando».
El alto directivo aseguró que se apostaba «por mantener la experiencia y conocimiento de los trabajadores de Avilés» y realizó una propuesta «como último intento para dar continuidad al centro». La propuesta es que una consultora externa, Syndex, con la que habitualmente trabaja Saint-Gobian, elabore un informe sobre la situación de la fábrica para «dar viabilidad al proyecto». La única condición previa es que el comité de empresa de Avilés acepte la mediación y participe en las reuniones que programen los consultores.
A partir de ahí, el comité de empresa de Avilés tiene pendiente una reunión interna para analizar la propuesta de la dirección europea. Por otra parte, los sindicatos esperan que hoy viernes, dos de diciembre, el vicepresidente de Saint-Gobian Sekurit en Europa, Stéphane Artaud, acuda a Avilés. Desde Sekurit España no se quiso hacer ningún comentario sobre la visita del alto directivo.