Reunión con dirección de Glass Saint-Gobain


Este martes 4 febrero la Dirección de GLASS se reunió con el Comité de Trabajadores para tratar la marcha de la planta en 2019 y las previsiones de 2020.

Tal como se avanzó en la reunión de Madrid, los resultados del año pasado fueron buenos, tanto en lo productivo, a pesar de los incidentes del horno, en medioambiente y en seguridad. Con respecto al medio ambiente la dirección se lamenta más de los requerimientos y exigencias del Principado, que de no emitir por encima de lo permitido. El año pasado se ejecutó la conexión con el colector industrial de Avilés y se canceló un proyecto de reducción de CO2. Sí se acometerá otro proyecto de reducción basado en aporte de oxígeno. Con respecto a la seguridad, pese a no tener accidentes con baja, sí aumentaron el resto, aunque la empresa los divide en dos grupos, los atendidos en la fábrica o en el exterior, para este sindicato son lo mismo. Aquí, como siempre, la Dirección responsabiliza a la plantilla, sin asumir la parte que le corresponde en cualquier accidente, aunque éste sea debido a una imprudencia.

Para 2020 la producción del FLOAT decrecerá para ajustarse a la demanda del mercado ibérico, que es el que fundamentalmente atiende Fábrica. Las inversiones se reducen y quedan relegadas a prácticamente el mantenimiento de unas instalaciones envejecidas. Con respecto a los transformados, la producción queda reflejada en los correspondientes calendarios de trabajo de cada línea, con un aumento en laminar y plateado y una reducción en capas, donde intentan adquirir nuevos productos.
No existen previsiones mas allá de este año, se argumenta por parte de la Dirección que la actual política de la compañía (Transform & Grow) es no hacer previsiones a largo plazo.

La segunda parte de la reunión trató sobre el absentismo, o lo que entienden como absentismo. La compañía, al igual que el resto de la patronal, considera que estar enfermo es absentismo. Bajo esta premisa considera que el de la Fábrica de Avilés es elevado, actualmente alrededor del 7%, y eso tiene un coste para sus cuentas, por lo que plantean una serie de medidas que pasan por la flexibilización de los puestos de trabajo y por la polivalencia. En una próxima reunión entrarán más en detalle en este asunto.

Para la Dirección el problema es que la enfermedad de los trabajadores y trabajadoras tiene un coste económico, no el hecho de que enfermen. No busca encontrar las causas y erradicarlas o minimizarlas, sólo soluciones paliativas que alivien sus cuentas, y como siempre, cargando la responsabilidad sobre el resto de la plantilla y, sobremanera, en los eventuales, que serán las principales víctimas de sus políticas.

Para CSI enfermar no es absentismo, para la Organización Internacional del Trabajo, tampoco. Que los trabajadores y trabajadoras enfermen no es un drama para las cuentas de la compañía, sino para ellos mismos y sus familias. El absentismo en GLASS no está muy alejado de la media que aporta la patronal asturiana, en torno al 6%, y una reducción del impacto de éste, tiene que pasar por mejorar la condiciones de trabajo de la plantilla.