Después del descanso de agosto, el comité de empresa aguarda la llamada de la dirección para abordar el futuro de Sekurit
El panorama de las grandes empresas de la comarca no invita al optimismo ya que todas las compañías se encuentran afectadas por el actual contexto y abordan procesos internos de mayor o menor complejidad.
Así es el caso de ArcelorMittal, pendiente de las ayudas públicas para el proyecto de descarbonización (fundamental para su continuidad a medio y largo plazo) y con una propuesta de un Expediente de Regulación de Empleo (ERTE) sobre la mesa para abordar las complicadas condiciones del mercado.
Las turbulencias de su sector también afectan a Sekurit, la división de automóvil de Saint-Gobain y que tiene sobre la mesa la necesidad de transformar su modelo de negocio para mantener su actividad en España.
El primer intento lo lanzó el pasado junio cuando presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) y que inicialmente planteaba la salida de cuarenta trabajadores de Avilés y de un centenar en toda España.
Después de un duro e intenso mes de negociaciones, la dirección optó por retirar la propuesta, quedando en volver a hablar con el comité de empresa a la vuelta de las vacaciones, con el convenio colectivo como uno de los temas pendientes y, sobre todo, el futuro de la actividad.
Sin embargo, después de agosto, el comité de empresa aún no ha recibido esa llamada. Pero las complicaciones sistémicas siguen estando ahí. La planta de Citroën en Vigo ha tenido paradas en agosto y septiembre por la falta de chips y Seat anunció este mes un ERTE hasta final de año que afectará a 10.000 trabajadores, también por la carencia de semiconductores.
Son dos ejemplos que evidencian los problemas que atraviesa el sector del automóvil en España y que obliga a reaccionar a la dirección de Saint-Gobain España si quiere mantener los resultados de la compañía en números negros. Las pérdidas persistentes no es una opción que contemple la dirección mundial salvo para ordenar el cese de actividad.
En esta situación, la única empresa que se mantiene con buenas noticias es Fertiberia. La más pequeña de las grandes compañías de la comarca sigue su trabajo administrativo para iniciar las obras que le permitirá aumentar su capacidad de producción.