El Comercio 05/10/2024
La dirección de la empresa informa al comité que desde la mañana del día 7 se desactivará la regulación temporal de empleo
La dirección de Saint-Gobain comunicó ayer al comité de empresa que en el turno de la mañana del próximo lunes, 7 de octubre, se desactivará el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) motivado por las obras de modernización del horno float y que provocaron un cese en la producción de vidrio para construcción desde el pasado 17 de septiembre para poder reparar la instalación.
De esta manera, la compañía cumple el calendario fijado con una inversión fundamental para el futuro de las instalaciones de La Maruca. La inversión superó los cinco millones de euros y aporta un horizonte de estabilidad a la planta de Avilés.
De esta manera, desde las seis de la mañana del próximo lunes toda la plantilla de Glass regresará a sus puestos con normalidad. La producción del horno float no comenzará de manera inmediata. Cuando se encuentra operativo, su interior alcanza los 1.700 grados centígrados, temperatura que se reduce de manera sustancial para realizar los diferentes arreglos.
Una vez que han terminado, la temperatura se irá incrementado de manera progresiva y comenzarán las pruebas para producir vidrio lo antes posible, según transmitieron ayer desde la empresa.
El actual horno float data de 2008. La duración de estos equipos viene condicionada por diferentes factores, como la cantidad de vidrio producida. Lo normal es que sea necesario abordar su reconstrucción en un plazo que oscila entre los quince y los veinte años.
Por esa razón, desde el comité de empresa de Saint-Gobain se ha venido reclamando a la dirección que invirtiese directamente en la construcción de un nuevo horno para despejar todas las incertidumbres a medio plazo.
No obstante, los retos provocados por la descarbonización motivaron que Saint-Gobain optase por arreglar el actual equipo para darse un plazo de varios años antes de tomar una decisión. El actual equipo se alimenta por gas natural, un combustible con los días contados en Saint-Gobain que ha anunciado su compromiso para alcanzar una producción libre de dióxido de carbono. El mayor problema que encuentra es encontrar el combustible adecuado.
El hidrógeno es una opción y, de hecho, ya ha hecho pruebas con él. Pero presenta dos problemas en España: el coste, un aspecto ya denunciado por ArcelorMittal en sus planes de descarbonización, y la carencia de suministro en Asturias.
La otra opción es la energía eléctrica, pero también presenta un grave problema por la oscilación de sus precios, lo que puede afectar a los costes del producto final y los márgenes que permiten la continuidad de la actividad industrial.