EL COMERCIO 21/06/2022
La producción sigue parada en el segundo día donde solo entraron los servicios mínimos fijados el pasado viernes
La planta de Saint-Gobain Avilés volvió ayer a estar parada completamente en el segundo día de la huelga convocada por el comité de empresa para forzar la retirada del expediente de regulación de empleo que recoge un centenar de despidos en la división de Sekurit en España, de los que, al menos, 42 se aplicarían en Avilés.
Durante la jornada de ayer, solo entraron los servicios mínimos a la fábrica, incluyendo los camiones con arena para asegurar el mantenimiento del horno float. Ningún trabajador de Sekurit ni de Glass pudo acceder a sus puestos, más allá de los trece acreditados como servicios mínimos.
El piquete bloqueó la entrada del equipo directivo que, sobre las ocho de la mañana, se dirigía a las oficinas centrales. En ese momento tampoco se permitió la entrada de un camión que no se incluía dentro de los servicios mínimos.
Ante la imposibilidad de acceder a su puesto de trabajo, los directivos se reunieron en un establecimiento próximo y, al constatar que persistía el bloqueo, optaron por marcharse.
Además, sigue estacionado en las inmediaciones de la fábrica un camión marroquí. El vehículo llegó el pasado sábado, sin que hubiese nadie en la fábrica para atenderlo como, por otra parte, es habitual, según explicaron desde el comité de empresa, integrado por los sindicatos Comisiones Obreras, SOMA-Fitag-UGT y Corriente Sindical de Izquierdas.
A partir del domingo, el conductor se encontró atrapado por la huelga. Los integrantes del comité de huelga han intentando hablar con él en inglés para informarle de que la fábrica estará sin actividad durante veinte días, pero el joven tan sólo entiende árabe y francés.
En este contexto, dirección y sindicatos retomarán hoy martes, 21 de junio, las negociaciones en Madrid. La jornada del martes se centrará en el expediente de regulación temporal de empleo. La dirección ha planteado la necesidad de cesar la actividad durante doce días ante la suspensión de pedidos de sus clientes. El comité de empresa considera que no es necesario, asegurando que el mercado demanda más parabrisas que los producidos en Avilés.
Es decir, todo apunta que el ERTE se cerrará sin acuerdo. A partir de ahí, la dirección deberá abordar la gestión de una situación complicada, toda vez que no existen muchos precedentes de la aplicación de un ERTE con una huelga convocada.
Abordar el ERE
A partir de ahí, los próximos miércoles y jueves, días 22 y 23 de junio, respectivamente, la comisión negociadora se centrará en el expediente de regulación de empleo (ERE) que supone la salida de un centenar de trabajadores de Sekurit, de los que un máximo de 42 sería de la fábrica de Avilés.
La dirección defiende la necesidad de realizar el ajuste dentro de una reorganización de Sekurit en España para responder a las nuevas demandas del mercado del automóvil.
Por su parte, desde el comité de empresa se reclama la retirada del ERE como paso previo a la negociación de cualquier reorganización. En cualquier caso, se rechaza la posibilidad de despidos y se demanda más inversiones y la recuperación de la producción que consideran deslocalizada.