Saint-Gobain invertirá cinco millones de euros en la modernización del horno float de Avilés
El Comercio 24/08/24
Los trabajos de reforma comenzarán el próximo 17 de septiembre y terminarán el 7 de octubre asegurando la continuidad de la fábrica
La inversión final de Saint-Gobain para reparar el horno float de Avilés ascenderá a cinco millones de euros, superando las previsiones iniciales que fijaba el esfuerzo en algo más de 3,7 millones de euros. El coste incluye todos los aspectos del proyecto, desde las ingenierías previas, a la compra de materiales, la obra en sí, además de las compensaciones para los trabajadores de Saint-Gobain.
La reparación del horno float es una inversión necesaria y que se encontraba sobre la mesa desde hace tiempo. Es un equipo fundamental para la fábrica de Avilés, ya que produce el vidrio que se comercializa. La carga de los materiales que son fundidos provoca un deterioro inevitable de las capas refractarias de su interior y que, si no se reparan periódicamente, alteran la calidad de la producción.
Las reparaciones del float son un proceso que abordan en todas las fábricas del sector. Son inversiones cuantiosas, que obligan a detener la actividad. Todo ello motiva una larga planificación para asegurar que el cese temporal de la producción no afecte los intereses de la compañía en el mercado.
Además, por su naturaleza, los hornos float tienen una duración periódica. Después de un periodo de tiempo, que viene definido tanto por el tipo de producción como por el volumen, es necesario reconstruirlo totalmente.
El actual horno data de 2008, cuando tras un accidente, colapsó un equipo que tenía nueve años de vida. Como mínimo, había alcanzado el ecuador de su historia.
En 2008, tras el accidente industrial más grave de su historia en Avilés, la dirección mundial de Saint-Gobain autorizaba horas después del incendio una inversión de 35 millones de euros que despejaba las dudas sobre el futuro de la actividad.
Dieciséis años después, Saint-Gobain vuelve a mirar al futuro con la decisión de invertir en su float. Este último ciclo de actividad ha estado marcado por sucesos ajenos a la empresa, como la crisis de 2007-08, que paró de una manera significativa la demanda del sector de la construcción.
Este hecho contribuyó a alargar la vida del equipo, aunque todo el mundo en Saint-Gobain asume que esta reparación será la última. Después, tocará abordar una nueva reconstrucción.
El proceso no es sencillo y ello explica la decisión de la empresa de retrasar la inversión definitiva. Nuevamente, las causas se encuentran en el exterior de la compañía.
El horno float se alimenta con gas natural para poder funcionar de manera constante y asegurar un calor homogéneo para la producción del vidrio. Como es público, Saint-Gobain se encuentra comprometida en alcanzar la producción sin emisión de gases de efecto invernadero, lo que supondría renunciar a ese combustible.
El cambio tecnológico no resulta sencillo, sobre todo por la dificultad para encontrar una energía sustitutiva, de igual manera que el gas reemplazó al carbón. La electricidad necesita un suministro y una potencia permanente que, en la actualidad, sólo puede conseguir recurriendo a energías fósiles (gas natural) por las limitaciones inherentes a las energías renovables y las impuestas en España a la energía nuclear. Con lo que no se conseguiría esa huella de carbono cero.
El otro gran vector energético es el hidrógeno verde. Aunque técnicamente ya ha demostrado que puede hacerlo, lo cierto es que en Asturias aún no tiene acceso a esa fuente de energía y, además, la que se produce no es a un coste asumible por la industria. De ahí que se decida prorrogar la actual situación hasta lograr que se despejen todas las incertidumbres.