Saint-Gobain aplicará una regulación temporal de empleo durante la parada del horno float

  El Comercio 09/08/2024

La dirección de la multinacional comunica su decisión al comité de empresa y fija un plazo de cinco días para iniciar las negociaciones

La dirección de Saint-Gobain aplicará un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE) en la fábrica de Avilés durante las obras de modernización del horno float, según ha comunicado al comité de empresa. Los sindicatos disponen ahora de un plazo de cinco días para iniciar el periodo de consultas. La comunicación se trasladó con fecha del 7 de agosto, con lo que la próxima semana podrían comenzar las negociaciones.

De esta manera, la dirección de la multinacional asegura las condiciones para poder efectuar una inversión de 3,7 millones de euros, necesarios para modernizar el horno float de Avilés.

Esta instalación se encuentra al final de su vida útil y la inversión de 3,5 millones de euros es imprescindible para alargar su actividad entre tres y cuatro años más. Desde la dirección de Saint-Gobain siempre se ha explicado que este periodo es necesario para despejar las incertidumbres sobre el funcionamiento del nuevo horno. El mayor reto que aborda la empresa es definir el combustible que utilizará dentro de su estrategia de descarbonización y lograr una producción sin emisión de gases de efecto invernadero.

Ahora mismo, las alternativas pasan por la utilización de energía eléctrica (con el hándicap de que los precios pueden variar mucho y llevar a la producción a costes fuera de mercado) y el hidrógeno, vector que aún no ha llegado al mercado de una manera que pueda ser atractiva para la industria. Las demoras y cambios del proyecto Hydeal reflejan un escenario de incertidumbre que no resulta cómodo para una empresa como Saint-Gobain.

En esta situación, la inversión aportará un marco temporal suficiente para ver cómo se aclara la situación. Los trabajos obligarán a paralizar la actividad habitual entre el 17 de septiembre y el 8 de octubre.

El pasado julio, la dirección alcanzó un acuerdo para reorganizar el calendario trabajo, tanto de la denominada zona caliente como zona fría, de manera que los trabajadores no perdiesen sueldo y que la manera de recuperar los días sin actividad no fuese lesiva.

Sin embargo, la negativa de la plantilla llevó a un nuevo escenario que la dirección ha resuelto con el expediente de regulación temporal de empleo, del que aún no han trascendido las condiciones que ofrecerán a la plantilla.

Clima interno

Al margen de este proceso, el rechazo de los trabajadores al acuerdo firmado por el comité es algo poco frecuente y que refleja la desconfianza existente en la plantilla hacia los dirigentes sindicales. Internamente se comenta que el apoyo al acuerdo vino, sobre todo, del personal recolocado de Sekurit mientras que la plantilla de Glass expresó con un voto negativo su desconfianza.

De esta manera, Saint-Gobain Avilés se encuentra con un comité desautorizado, lo que es un problema muy grave para la empresa por cuatro razones. La primera es que internamente el diálogo social es un valor muy importante y no poder ejercerlo deja a la fábrica en una posición débil en el marco europeo.

En segundo lugar, porque, como en todas las grandes empresas, el nivel de sindicación es alto y el peso de los sindicatos en el día a día es importante. Las negociaciones son constantes y carecer de un interlocutor válido es otra rémora para la dirección, ya que no sabe si alcanzará acuerdos que puedan ser ejecutados.

En tercer lugar, el año que viene toca negociación del convenio colectivo. Son procesos siempre largos y complejos y la falta de conexión entre el comité y la plantilla puede generar más problemas que ventajas para la dirección.

Por último, la cuarta razón es que todas las partes asumen que el año próximo se abordará la segregación jurídica de Avilés y Arbós, habida cuenta que pasan a tener actividades completamente diferentes. Es un proceso donde un comité asentado puede facilitar el cambio interno, lo que ahora no parece sencillo.

En este contexto, las negociaciones del ERTE pueden ser una piedra de toque que marque la evolución del clima interno en la fábrica.

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