La Nueva España 28/10/22
Saint-Gobain asegura que ya está en disposición de suprimir un turno, un ajuste organizativo motivado por la caída de pedidos a mínimos históricos
Los tres millones de unidades de parabrisas que llegó a producir la fábrica de Saint-Gobain de La Maruca (Avilés) son ahora mismo un recuerdo de tiempos más felices y una marca que se antoja imposible repetir, al menos mientras persista el actual escenario económico, especialmente adverso para los fabricantes de componentes automovilísticos.
La caída de la demanda de vehículos y los problemas logísticos y de acceso a piezas que sufren la industria del motor repercuten indirectamente en fábricas como la de Avilés, donde estos días se prepara un ajuste laboral que reducirá la producción de parabrisas a apenas un millón de unidades al año. Esta es la cantidad más baja de la serie histórica y, para más escarnio, se trata de parabrisas destinados al mercado de los recambios; ni siquiera son piezas originales para vehículos nuevos, las que tienen un mayor valor añadido.
El enfriamiento del mercado automovilístico ha obligado a Saint-Gobain a reorganizar el trabajo en la línea avilesina de parabrisas y ayer fue el día en que, según trasladó la dirección de la fábrica a los sindicatos, encajaron todas las piezas.
La primera intentona de Saint-Gobain fue aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que en el caso asturiano hubiera mandado para casa a 40 trabajadores. Tal anuncio movilizó a los sindicatos, que convocaron una huelga y defendieron que ni sobraba tanto personal ni era necesario llevar a cabo despidos pues cabía emplear fórmulas "menos traumáticas".
Con posterioridad, como se contó en este diario, la dirección de la factoría vidriera abrió un proceso durante el que entabló negociaciones particulares con trabajadores dispuestos a aceptar prejubilaciones, bajas incentivadas o traslados. Todo con tal de aligerar la plantilla de Sekurit. Por esa vía se logró recortar la plantilla de Sekurit en 14 personas.
Los 11 empleados que seguían "sobrando" para poder suprimir uno de los cuatro turnos de trabajo y dejarlos en tres han salido de entre 14 trabajadores que se presentaron voluntarios para ser trasladados a la división de Glass, que tiene mejores perspectivas de futuro que Sekurit.
Así las cosas, Saint-Gobain ya ha logrado su objetivo de reducir plantilla en Sekurit, "adelgazar" la nómina y poder implantar un sistema de trabajo a tres turnos que entrará en funcionamiento, según se comunicó ayer, el próximo día 9 de noviembre tras una parada de mantenimiento que debe comenzar en pocas horas.