22/12/2020
El año que viene no se presenta muy distinto a este en temas productivos y de saturación de
las
líneas. Se prevé
un ligero incremento en transformados y estamos a la expectativa de la nego- ciación de
calendarios. La
línea laminar
seguirá el año que
viene con 5 equipos y
capas con 4, está por
ver se concreta
en la
distribución
de jornadas.
El capítulo inversiones, dejando
aparte la
reparación de
la solera
y placaje del horno, que no podemos considerar como una inversión, ya que no deja de ser
mantenimiento, podríamos consi- derarlas prácticamente
testimoniales.
No está
prevista ninguna renovación
ni mejora importante de las
instalaciones. Inversiones
que en otros años no llegaron a ejecutarse, no se contemplan para el año que
viene. Todas no son
más
que pequeñas mejoras sobre lo existente, más bien apaños, en unas instalaciones que están
prácticamente amortizadas. No existe
ninguna nueva instalación, como podría ser
el tercer autocla- ve
o la tercera hoja entera. Aparte
de eso la dirección hablo de proyectos de mejora
y eficiencia ambiental. Todo esto está muy bien, pero que, si no se acompañan de partidas presupuestarias, no
son más
que meros "brindis al
sol", que
se podrán ejecutar o no.
Por parte de la
empresa se planteó el elevado
"absentismo", entrecomillado, porque para la
dirección todo parece absentismo cuando no
lo es, dando de esta manera unos datos inflados y que
aparentan alarmantes, cuando
la realidad
es que solo le
preocupa la sustitución de los trabajadores cuando hacen uso de los días que les corresponden, ya sea por licencias legales o por vacaciones, y
la
dificultad
que dicen tener para sustituirlos. Cualquier
día llamaran absentismo a los días de
descanso
o algo
así.
La realidad es que
el departamento tiene un grave problema organizativo, que, pese a que
continuamente inventan "soluciones"
para no incrementar la plantilla, se
sigue sin
solventar
el pro-
blema de las ausencias previstas. La dirección pide colaboración para solucionar sus problemas,
pero solo admite sus soluciones, y estas pasan por
cargar el peso de la
organización sobre
los
mis- mos de siempre, nosotros,
los
trabajadores. La solución pasa por incrementar una
plantilla infradi-
mensionada, como demuestra el elevado número de horas extraordinarias que se realizan mes a mes o la
elevada
eventualidad, una eventualidad
de la que además abusan
aprovechándose
de su si- tuación de
precariedad laboral. Prueba de esto
último es que
los últimos tres contratos de relevo fueron rechazados por la Seguridad Social al considerar esta que los relevistas, personal eventual
en plantilla, tenían la
consideración de indefinidos.
En definitiva, se nos presenta un 2021 sin inversiones
de calado, más allá de la reparación y placaje de un horno
deteriorado por las exigentes condiciones a las que
está sometido, y
por
una notable falta de personal, que como siempre, se traduce en
una
sobrecarga para la plantilla, pero
claro,
el problema es que encima enfermamos.