Sudor y lágrimas cuesta que la empresa asuma la obligación que tiene de hacer los contratos de relevo a los trabajadores cuando estos cumplen la edad y así lo quieren.
Eso le paso últimamente a varios trabajadores a los que la empresa les daba largas para no realizárselo con excusas peregrinas. Alguno incluso tuvo que demandar al Juzgado el derecho que le correspondía.
Resulta vergonzosa la nula consideración y el poco respeto que desde esta multinacional se tienen con trabajadores que han dado y dejado toda una vida en la fábrica, y que cuando le llega la hora tan esperada y merecida de pasar a otra situación, la propia empresa le ponga tantos obstáculos.
Y luego llega la otra cacicada. La arbitrariedad para la otra parte afectada: los relevistas. Cuando la empresa decide realizarlos con trabajadores/as que nada tienen que ver con la actividad que han desarrollado los Relevados. Provoca que los compañeros que venían realizando las funciones de aquellos que se jubilan, vean como se les esfuman cualquier posibilidad de conseguir un contrato estable y con ello sus expectativas vitales. Pero ya sabemos que como son eventuales y pertenecen a la casta más baja y encima no pueden contestar, pues a abusar de ellos sin miramientos.
Podrá ser legal, pero igualmente es tan injusto que habría que forzar a regularlo y realizarlos con unos criterios de lógica, objetividad e imparcialidad.
