La Nueva España 14/11/2024
El Departamento Técnico vigila el desempeño del float de La Maruca que tiene incidencias "inesperadas" desde el final de su restauración
El horno float de las instalaciones fabriles que la multinacional Saint-Gobain Cristalería tiene en Avilés sigue registrando incidencias "inesperadas", según las fuentes consultadas, a pesar de que hace más de un mes que concluyeron sus obras de restauración. Esas incidencias han obligado a alargar el período de estabilización de la infraestructura, el "corazón" de la factoría, más de lo previsto de tal modo que incluso la planta avilesina tuvo que detener la producción de manera esporádica, al menos en una ocasión, durante casi una semana seguida.
Estas incidencias están siendo vigiladas por el Departamento Técnico de la compañía (DTI) –está en París–. Y es que el vidrio que ha ido saliendo del horno-float ha presentado anomalías que impiden su salida de la fábrica.
Las causas de estas anomalías son variadas. La DTI, sin embargo, no ha comunicado su diagnóstico final. Según ha podido saber este periódico, los responsables de la obra de reforma del horno de la planta de Avilés habían contado, desde el principio, con una semana para amoldar la nueva producción a la de antes del inicio de la reconstrucción. Lo particular en este sentido, es que la última intervención –la de los meses de septiembre y octubre–, se ha alargado por más días. Actualmente, la producción del float se está desarrollando según los parámetros adecuados.
El horno de la fábrica de vidrio de La Maruca es el primer eslabón de la cadena productiva en Saint-Gobain. En esa infraestructura es donde se funden las materias primas con las que se elabora el "caldo" que, debidamente enfriado, se transforma en vidrio con diferentes características.
La tarea de reparar y acondicionar el horno consistió en renovar la pared del mismo en la llamada "zona de fusión" (la más exigida por razón de la temperatura) y hacer lo mismo con la solera; por la parte de la pared se repondrán unos 90 metros lineales de refractario y en la solera, unos cien metros cuadrados. Se utilizaron 90 toneladas de cemento refractario. El coste de toda la operación, según manifestó la empresa, fue de 5 millones de euros.
Estas obras activaron un expediente de regulación de empleo (ERTE) que dejó en casa a una veintena de trabajadores durante casi todo el período de tiempo en que el más de centenar de operarios adecentaron la instalación principal de la fábrica de vidrio de Avilés. La razón de este ERTE, defendió la compañía, es que la empresa no tenía tarea para la veintena de trabajadores destinados en el float si este estaba parado.
Dimisión
Por otra parte, la presidenta del comité de empresa de Saint-Gobain Cristalería presentó su dimisión tanto de ese cargo como también del de representante de la sección sindical de SOMA-FITAG-UGT en el mismo órgano.
Esta pasada primavera la multinacional francesa decidió cerrar el departamento de parabrisas de Avilés y, en consecuencia, despedir o trasladar a sus trabajadores, en torno a 90. Esta circunstancia causó crisis en las tres secciones sindicales y a la asamblea, generando debate. A ello se sumó una huelga de todos los trabajadores de la planta que se prolongó cerca de un mes.
La estabilización del horno de Saint-Gobain causa varias paradas de producción - La Nueva España