La Nueva España 23/05/2024
Los trabajadores rechazan el plan de despidos de la multinacional porque lo consideran «insuficiente» para los 120 afectados por el ERE
La jornada de negociación de ayer del expediente de regulación de empleo (ERE) para 120 trabajadores del negocio de parabrisas de la multinacional Sekurit, en la factoría avilesina de Saint-Gobain Cristalería, se dividió en dos turnos. Por la mañana, la dirección de la compañía rechazó el plan del sexto turno en Glass a cuenta de reducir horas y sueldos. Dijo que no le daban los números. Por la tarde, el rechazo lo protagonizó la parte social: los sindicatos calificaron de insuficiente el plan de los despidos que propugna la compañía. Y todos estos rechazos se hicieron a 24 horas del final de una crisis que la multinacional francesa que dirige Benoit Bazin abrió el pasado 8 de abril, cuando comunicó su intención de cesar la producción de vidrio para automóvil en Avilés.
El proyecto que defendieron dos de los tres sindicatos –y que finalmente, decayó– iba de crear un sexto equipo para Glass (la fábrica de vidrio para construcción) comprometiéndose a defender un ajuste salarial (para los empleados de este negocio y para los que llegaran despedidos de Sekurit). Además, se señalaba una reducción de la jornada laboral en el mismo grupo de trabajadores (al pie del horno float). Esta propuesta ha sembrado tensión en la asamblea.
Por su parte, la compañía presentó ayer la última reedición de su plan de despidos: prejubilaciones para trabajadores con 58 años (entre 35 o 40 personas beneficiadas), 45 días por año trabajado y 36 mensualidades a los que decidan irse al paro, 22 recolocaciones en Glass y entre una o dos anualidades a los que decidan dejar Glass para abrir hueco a los que vengan de Sekurit. El director general de Sekurit, José Antonio Piqueras, le dijo el lunes a la Secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, que el plan de recolocaciones garantizaba el futuro al 100 por ciento de los afectados por el ERE.
La mesa negociadora tuvo ayer una jornada extensa en horas por la mañana y de apenas unos minutos –aunque con largos recesos– por la tarde. El lunes pasado, por ejemplo, los trabajadores habían defendido una propuesta de plan social que, según los trabajadores, de haber sido aceptada, habrían liberado varios puestos en Glass que podrían haber sido ocupados después por personal de las naves «de arriba», es decir, de Sekurit.
La jornada de hoy es la última y definitiva: a las 10.00 horas se ven las dos partes por última vez. El plan social de la empresa es lo que va a protagonizar el encuentro. La compañía, si no consigue que los sindicatos firmen su ERE, puede presentarlo directamente, y sin acuerdo, ante la autoridad laboral regional –la dirección general de Empleo– que lo recibirá, sellará y dará por válido. Ante esta posición sólo queda a los trabajadores impugnar judicialmente los despidos, un proceso que se puede alargar años.
Por otro lado, el abogado y exalcalde de Oviedo y exeurodiputado socialista Antonio Masip, deja el asesoramiento de los trabajadores de la multinacional Saint-Gobain Cristalería: «Negada la tregua formulada por mí en la sesión de ayer [por el martes] y pasado respetablemente el comité a negociar las prejubilaciones, entiendo que mi asesoramiento, por el que no pasaré honorarios, pasa a muy segundo plano pues es cosa exclusivamente de sindicatos». Y añadió: «Ahora es el turno de otro tipo de profesional que contribuya mejor que yo para alcanzar un buen acuerdo para cada trabajador».
El eurodiputado de IU-Sumar, Manu Pineda, rechazó ayer los planes para la deslocalización de la línea de Sekurit de Saint-Gobain en Avilés. Tras un encuentro a primera hora de la mañana con trabajadores, el parlamentario mostró su apoyo a las demandas de la plantilla para asegurar tanto la continuidad de la actividad como el mantenimiento del empleo. Manu Pineda estuvo acompañado por el coordinador local de IU Avilés. El eurodiputado suscribió hace unos días, y junto a varios eurodiputados, una carta encabezada por el eurodiputado socialista asturiano Jonás Fernández en la que se instaba al Comisario de Mercado Interior a mediar en el conflicto, ha señalado la falta de una legislación europea en este sentido está permitiendo que se den procesos como el que ahora se vive en Avilés.
Esther Llamazares, que encabezó la lista del Partido Popular (PP) al Congreso –es también portavoz de su formación en el Ayuntamiento de Avilés–, habló esta semana de los despidos de Saint-Gobain en su circunscripción al hilo del debate de la nueva ley de Industria.
«Quiero acordarme de los trabajadores porque el Partido Socialista no se ha acordado de ellos en ningún momento», dijo. Reprochó al Gobierno que sólo este lunes se hubiera celebrado la reunión de la Secretaria de Estado de Industria con el presidente del área del Mediterráneo de Saint-Gobain, con Jean-Luc Gardaz, entre otros. «Eso es todo lo que ha hecho el Partido Socialista».
Los trabajadores de Sergon denuncian su desamparo
Lo que pasa con los cincuenta trabajadores de Sergon, que es una empresa auxiliar del negocio de parabrisas de Saint-Gobain Cristalería, es que cada uno de ellos es consciente de que su futuro está más cerca del paro, que de la vida activa. Pero esto no lo saben de manera oficial: «No tenemos noticias del jefe», señala uno de sus representantes sindicales. Y esto significa, por ejemplo, que Sergon tiene tarea marcada el próximo viernes, pero el viernes es el primer día de cierre total del área de vehículos en Avilés, es decir, el primer día del despido masivo de las 120 personas incluidas en el ERE que se lleva negociando desde el pasado 8 de abril. «Pero en Sergon no hay negociación: nadie nos ha comunicado que va a haber un despido para nosotros, no sabemos siquiera si han solicitado iniciar la negociación de un expediente de regulación para nosotros. Y cabe pensar que sí, que eso es lo que terminará sucediendo porque Sergon, nuestra empresa, sólo tiene un cliente: Sekurit», señala el mismo representante sindical. «Los que estamos desamparados somos nosotros». Sergon y Limpiezas Plata son dos compañías del mismo grupo, con sede en el polígono industrial de la ría. La primera se dedica a dar valor al último paso de la cadena de fabricación de los parabrisas (Limpiezas Plata, al contrario, atiende las devoluciones). Llevan muchos años trabajando en las mismas instalaciones que los trabajadores que ahora están cerrando los detalles de sus despidos de la empresa principal. «El viernes ya no hay huelga, es decir, hay tarea. Ellos ya no trabajarán, pero nosotros sí. Es todo muy absurdo», denuncian los trabajadores a la espera de que su futuro cobre una forma mejor que la de la niebla en la que se han perdido.