El Tribunal Constitucional hace unos meses declaró nula la decisión de un empresa de degradar a un trabajador apartándole de su puesto de trabajo considerando que había sido vulnerado su derecho fundamental a la integridad moral (art. 15CE) directamente vinculado al derecho a la dignidad de la persona.
Viene a colación por una situación parecida que ha sufrido recientemente un compañero en Glass, donde la Empresa le ha comunicado su postergación y degradación profesional como castigo a su situación personal, al cambiarle de puesto de trabajo a otro que en nada tiene que ver con el desarrollado por el trabajador durante 40 años como mecánico. Trabajador veterano con 60 años y representante de los trabajadores por CCOO durante mucho tiempo.
Otro comportamiento repulsivo de esta empresa que demuestra todo un alarde de irresponsabilidad social y mal hacer.
Desde la Corriente estamos esperando que se dé la pertinente respuesta sindical al atropello producido.