El Comercio 19/06/2024
La contrata más grande de la división de auto en Saint-Gobain termina los últimos parabrisas pendientes e inventaría las instalaciones
El viernes 5 de julio será el último día con trabajo efectivo en las instalaciones de Sekurit en La Maruca. A partir de esa jornada, ya no habrá actividad de ningún tipo en la que fuera fábrica para la división del automóvil de Saint-Goban y que en los años noventa del pasado siglo llegó a tener una posición hegemónica en el mercado español. Ese día será la última jornada de trabajo para la plantilla de Sergón, la principal subcontrata de Sekurit y que, después del cese de producción, ha seguido en el tajo rematando los parabrisas que quedaban.
Parte del trabajo de Sergón es el control de calidad y también completar los parabrisas según las especificaciones de cada fabricante. Cuando cesó la producción, además, la contrata asumió parte del trabajo que hacía Limpiezas Plata y también las labores de inventariado de todo el material dentro del proceso de clausura de las instalaciones.
La intención de Saint-Gobain, tal como avanzó este diario, es iniciar un progresivo desmantelamiento de las instalaciones e inventariar todo el material con el objetivo de reutilizarlo por otras fábricas del grupo.
De forma paralela, la plantilla de Sergón ha iniciado la negociación del Expediente de Extinción de Empleo (ERE). El plazo para cerrar las conversaciones podría cerrarse el próximo día 24, si bien en estos procesos existe margen para ampliar las conversaciones si ambas partes se encuentran de acuerdo.
Una de las dificultades que afrontan los trabajadores es la limitada capacidad económica de su empresa de cara a indemnizarlos. Con todo, la mayor inquietud de los afectados es seguir en el mercado activo.
En esta línea, no olvidan que, una vez cerrado el ERE en Sekurit, desde la dirección de Saint-Gobain se avanzó que se buscaría la forma de ayudarles en la búsqueda de empleo, apuntando como una posible vía su inclusión entre los beneficiarios del programa de recolocaciones en terceras empresas, sin descartar incluso reubicaciones en Saint-Gobain. Aunque está pendiente definir la fórmula legal, la multinacional del vidrio fijó como únicas condiciones que ni los trabajadores ni las empresas mantuviesen abiertos procesos judiciales contra ella.
Esa situación excluye a la plantilla de Limpiezas Plata, veinticuatro personas y que representaban la segunda subcontrata de Sekurit en función del número de trabajadores. La plantilla ya ha firmado el finiquito en su empresa, cobrando un quince por ciento de las indemnizaciones y el resto lo recibirán del Fondo Garantía Salarial.
Además, los afectados han iniciado un proceso judicial por cesión ilegal de trabajadores, del que responsabilizan tanto a su empresa como a Saint-Gobain. La resolución de la causa se demorará varios meses. Si los afectados viesen reconocidos en los tribunales la cesión ilegal, podrían solicitar su incorporación a Saint-Gobain.
Repercusiones en Glass
El cierre de Sekurit también tiene una repercusión en Glass, dedicada a la sector de la construcción. Como se sabe, la recolocación de trabajadores de Sekurit provocará la salida de varias contratas.
Una de las afectadas es Cimisa Logística, donde todos sus puestos serán suprimidos a favor de antiguos trabajadores de Glass. La medida aún no es efectiva y, desde la dirección de Saint-Gobain, se ha planteado al personal de la contrata que sigan trabajando unos meses, al tiempo que forman a sus sustitutos.
El planteamiento no ha gustado nada a los implicados que, además, sienten como un conflicto que no les afectaba como es el cierre de Sekurit, terminará provocándoles la pérdida del puesto de trabajo. Desde la dirección de Saint-Gobain se ha apuntado la posibilidad de ayudarles a buscar empleo en terceras empresas, aunque, como en las contratas de Sekurit, reclaman que no haya demandas presentadas.
Los afectados aún no han tomado una decisión y, de hecho, se estudia la posibilidad de iniciar una reclamación por cesión ilegal de trabajadores. De momento no han tomado ninguna decisión y siguen trabajando, si bien el clima interno no es muy agradable.
Mientras tanto, la dirección de Glass sigue con los planes de realizar una parada técnica en el último trimestre del año para invertir una cantidad cercana a los cinco millones de euros en la renovación del horno float, fundamental para mantener la actividad en la fábrica.
Los planes de Saint-Gobain es que tras este mantenimiento la vida útil del horno se alargue otros cuatro o cinco años. Ese margen les ofrecerá el margen suficiente para la construcción de un nuevo horno float que ayude a la reducción de la huella de carbono en su producción, uno de los granes objetivos en los que trabaja la empresa.