El Comercio 19/05/2024
José María Urbano. Opinión
El conflicto abierto en Sekurit Avilés trasciende fronteras y el rechazo unánime obtiene el apoyo en el Parlamento europeo
La manifestación convocada por el comité de empresa de Sekurit, la división que Saint-Gobain quiere cerrar en Avilés, cumplió con su principal objetivo: trasladar a París la imagen de una ciudad que sale a la calle para mostrar su rechazo a una medida que obedece exclusivamente a los intereses particulares del accionariado de una multinacional, obviando cuestiones para ella tan 'irrelevantes' en este momento como su pertenencia a un territorio después de setenta años, la cualificación de su personal para haber conseguido ser uno de los centros de referencia mundiales (dicho por la propia Saint-Gobain) y el despreciar hasta su esfuerzo de años en inversiones para la modernización de instalaciones y posicionarse en el mercado como uno de los principales actores del mundo del automóvil en Europa. La del jueves fue una aportación más a la única opción que queda ante la decisión de una multinacional: mostrar que su determinación de irse solo consigue el rechazo total y absoluto de toda la sociedad, en este caso de Avilés y de Asturias. Solo esa idea, la de retratar la falsedad de Saint-Gobain cuando presume –como casi la totalidad de las multinacionales– de su responsabilidad social corporativa, es prácticamente la única arma que queda para intentar dar marcha atrás a una decisión que ya ha sido tomada lejos de aquí, en París, sede del despacho en el que reside el poder de decisión de esta compañía. Pretender algo diferente para poner en vereda a ésta y a todas las multinacionales es misión prácticamente imposible, solo al alcance de lo que se decida en Bruselas, ni siquiera en los gobiernos de cada país en solitario.
En este ambiente político que vivimos hoy a nivel mundial, y del que no es ajeno ni este país ni esta región –en donde cada vez está más en juego la salud de la propia democracia–, merece la pena quedarse con el lado positivo, que también lo hay, cuando se puede observar quién esta por la labor de ayudar y quién por el aprovechamiento político en un tiempo en el que parece que siempre estamos en campaña electoral. Quién resuelve y quién estorba. Quién tiene algo que aportar y quién va a lo suyo. Siempre. Sirvan dos ejemplos en positivo.
Luis Ángel Colunga, Comisionado especial para el PERTE de Descarbonización Industrial, desveló la única realidad de Saint-Gobain: es la única empresa del vidrio con presencia en España que no ha mostrado ningún interés por las ayudas puestas a su disposición por el Gobierno, vía fondos europeos. Y es la persona que, siempre en segundo plano, asesora y guía a los responsables políticos regionales y locales, y artífice de las entrevistas que tuvieron lugar el viernes en Madrid con el ministro de Industria y la secretaria de Estado de ese departamento.
Por su parte, el eurodiputado socialista Jonás Fernández pasó de las palabras a los hechos y en setenta y dos horas fue capaz de presentar una carta de denuncia sobre Saint-Gobain ante el comisario de Mercado Interior, Thyerry Breton, con el respaldo de otros cuarenta eurodiputados de España, Alemania, Francia, Países Bajos, Italia, Portugal, Austria, Dinamarca y Finlandia. Y otra carta similar de denuncia al CEO de la multinacional francesa, Benoit Bazin.
Misión cumplida. La deslocalización de Saint-Gobain llega a Bruselas con la denuncia de nueves países, interviene el ministro de Industria de España, se traslada al Congreso, al Parlamento regional y al Ayuntamiento, se obtiene el respaldo de todos los alcaldes de la comarca y tres mil personas salen a la calle en Avilés. Se gana la batalla de la imagen de desaprobación que interesaba trasladar a París. Y a partir de ahí, salvo que la multinacional sopese muy en serio el coste que va a tener para su imagen su huida de Avilés, va a ser difícil que dé su brazo a torcer. Lo peor no es que cierre Sekurit, sino que de este proceso no salga un compromiso claro de apostar por el emplazamiento de La Maruca, tanto en el futuro del Glass como en cualquier otra línea de negocio que pudiera poner en marcha para paliar el destrozo que va a causar.
Queda poco tiempo para el desenlace. Será especialmente doloroso para los miembros de la plantilla de la compañía, pero sobre todo habrá que mirar para el centenar de trabajadores de las empresas auxiliares, que no van a tener detrás el colchón económico del que sí van a disponer seguramente los de la multinacional.
Avilés y la innovación
EUROCADRES, interlocutor social europeo reconocido, del que forma parte UGT, y que agrupa a más de cinco millones de cuadros, profesionales y directivos de todos los sectores de la industria, de los servicios públicos y privados y de las administraciones, celebró el jueves y el viernes en Avilés una jornada dedicada a las «Condiciones de trabajo de la investigación».
Como director de AsturiasInnova+, el proyecto de divulgación de la innovación, la ciencia y la tecnología adscrito a EL COMERCIO-LA VOZ DE AVILÉS, se me invitó a compartir una de las ponencias con Charles Martins de Abreu, responsable de I+D+i de ArcelorMittal en España, y con Irene Díaz Rodríguez, catedrática de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial y Vicerrectora de Investigación de la Universidad de Oviedo. Fue una buena oportunidad de hablar de las fortalezas de Asturias y sobre todo de Avilés en el cada vez más importante mundo de la innovación en nuestra región y en nuestra ciudad, con un salto cualitativo extraordinario de la mano de la colaboración público-privada –el apoyo económico de la Consejería de Ciencia y la determinación de las empresas por apostar por sus propios centros de I+D+i–. Con todo, lo más importante de estas jornadas, más allá de las conclusiones internas de la entidad organizadora, estuvo en la presencia de cuarenta responsables pertenecientes a Alemania, Francia, Países Bajos, Italia, Portugal, España, Austria, Dinamarca y Finlandia. Dos días de promoción de Avilés a nivel internacional, y además hablando de I+D+i. Sin duda, una gran promoción de la ciudad, que en este caso hay que agradecerle a UGT.
Ausencias
En los últimos días ha coincidido el fallecimiento de dos personas que pertenecen a ese universo de ciudadanos que con su profesionalidad, su trabajo y su carisma nos enriquecen a todos como sociedad y nos indican el camino del servicio a los demás.
'Mundo' González Cuenco fue «el montañero» de esta región. Lo hizo todo por ese deporte y por su función social desde el Grupo de Montaña Ensidesa, el mayor club de Asturias, por su labor en múltiples facetas –lo mismo subía con Fran Lorente a la Majada de Espineres, Piloña, a ver cabañas que pudieran ser aprovechadas como refugios, que colaboraba en las instalaciones del camping de Lago de Sanabria–, o escribía libros sobre rutas montañeras en las que plasmaba sus extraordinarias experiencias coronando cumbres cercanas y lejanas.
En los mismos días fallecía Manuel González Arnaldo, que desde su sastrería de Piedras Blancas, dio en su día una lección de modernidad y de atención al público como solo él era capaz de desarrollar con cualquier persona que traspasara el umbral de su comercio. Fue Premio Ucayc a la Trayectoria Profesional en el año 2000.
En suma, dos personas de las que hacen grande un territorio con su ejemplo, en este caso la comarca de Avilés.
José María Urbano: Mensaje a París | El Comercio: Diario de Asturias