El Comercio 01/05/2024
El presidente del Principado le pide a la institución europea que se atreva a «poner el corsé» a multinacionales y fondos buitre como ha hecho Estados Unidos
El presidente del Principado, Adrián Barbón, agradeció ayer a la diputada del Grupo Mixto, Covadonga Tomé, que hubiera llevado un asunto netamente asturiano al Pleno de la Junta General del Principado de Asturias y seguramente los trabajadores de Saint-Gobain, que siguieron el debate desde la tribuna del público, apreciaron la sinceridad del mandatario, que reconoció que no estaba ni en la mano de su gobierno ni siquiera en el central, ni mucho menos en la del de Avilés, hacer que la multinacional revierta su decisión de cerrar su división de Sekurit. Eso sólo lo podría conseguir la Unión Europea si, al igual que ha hecho Estados Unidos, legislara para proteger las industrias estratégicas.
«En el mundo, la misma Estados Unidos se ha dado cuenta de que lo que no tiene ningún sentido es ver cómo se cierran industrias en los países occidentales porque exigimos una mejor normativa laboral, una mejor protección de los trabajadores, mejores salarios, protecciones ambientales para contaminar menos, y resulta que esas empresas, que son fondos buitre y multinacionales, cierran y se trasladan sin ningún tipo de problema. Estados Unidos lo ha entendido y está haciendo la política más agresiva desde el programa de Roosevelt de reindustrialización y yo lo que digo es que la Unión Europea es el instrumento del que nosotros disponemos para hacer lo mismo», subrayó.
Esa sería la solución, pero de momento no está a la vista porque la institución europea, según Barbón, «no vence su temor a intervenir en el mercado (...) para ponerles a estas multinacionales las sanciones que les pueda repercutir por las ayudas públicas recibidas, porque eso ya está previsto y, de hecho, nosotros lo hemos introducido en muchas normas nuestras».
Una vez en este hipotético escenario, el presidente del Principado sí vislumbra la participación de su gobierno y el central en una triple estrategia: «Una interna, del Gobierno de Asturias canalizado a través de la Consejería de Industria; del Gobierno de España interviniendo a través del Ministerio; y tres, más importante todavía ahora que vienen las elecciones europeas, que Europa rompa con el corsé y empiece a intervenir en la economía y salvar estas empresas».
Barbón señaló que mantiene un contacto permanente con los ayuntamientos de Avilés y Castrillón, sobre todo con la alcaldesa Mariví Monteserín, y con el Ministerio de Industria, pero «yo tampoco puedo engañar a la gente y no puedo decir que un gobierno es capaz de doblarle el brazo a una multinacional, eso es mentira». Como mucho, reconoció, su gobierno puede hacer una labor de intermediación con la empresa y, de hecho, «ya la estamos haciendo, de forma pública y privada, estamos negociando, con todos los medios a nuestro alcance», pero descartó la capacidad para intervenir en el mercado, tal como sugería la diputada Tomé. «Se deduce de sus palabras que nosotros podríamos rescatar a Arcelor o a Duro Felguera o a Sekurit, y eso es falso porque los presupuestos del Principado no serían capaces por el valor que tienen esas empresas».
Transmitió su «solidaridad» a los trabajadores y recordó que su gobierno siempre está con la clase trabajadora. En este sentido, indicó que la planificación industrial de Asturias pasa por «imaginar la industria del futuro, que creo que es lo que hemos sido capaces de avanzar» y en «no mirar hacia otro lado» cuando surge un problema sino intentar dar una respuesta a los trabajadores.