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El nuevo horno de Saint-Gobain se queda para cuando no haya "incertidumbres"

 La Nueva España  11/10/2023

La multinacional anuncia un plan para reparar el corazón de Glass y salvar la ausencia de hidrógeno y el estado actual de los mercados


El "corazón" de la factoría avilesina de Saint-Gobain Cristalería es su horno. Lo que sucede es que es un corazón "muy trabajado". La empresa lo construyó a finales de 2008, seis meses después de que la fábrica de La Maruca sufriera uno de sus accidentes más graves de los últimos años: un incendio. Es por esa fatiga que acumula el horno que los representantes sindicales –todos– han reclamado a la dirección de la compañía en innumerables ocasiones la necesidad de construir uno nuevo. La respuesta que han conseguido hasta el momento ha sido siempre negativa.

Últimamente, la empresa ha detallado su rechazo a acometer ese proyecto, según señalan fuentes sindicales. La empresa entiende, según las mismas fuentes, que el combustible que tiene que alimentar el futuro "corazón" de la factoría, en estos tiempos de descarbonización, debe ser hidrógeno. Pero la presencia de ese gas en el mercado asturiano, sin embargo, es apenas visible. O sea, que no se puede construir un horno si existe "incertidumbre" sobre cómo va a funcionar. La empresa no ha respondido a las preguntas que le trasladó este periódico en relación al tema.

Otra de las razones para suspender la construcción del nuevo horno tiene que ver con otras "incertidumbres", concretamente con las del mercado. La empresa multinacional es auxiliar del sector automovilístico, que lleva sufriendo caídas de producción continuadas tanto por el adelgazamiento del mercado desde la pandemia (la caída de la venta de vehículos ha sido espectacular en los últimos años), pero también porque existe una crisis de microchips (piezas fundamentales para la construcción de coches). Pocas ventas y pocos coches saliendo de las fábricas se traduce en pocos encargos de parabrisas, que es lo que se hace en la fábrica de La Maruca.

La tercera razón que explica su renuncia a la construcción de un nuevo horno en estos momentos se debe a que la multinacional acaba de reparar el que tenía en la factoría de Porz, en Colonia, al norte de Alemania. Y pese a tenerlo a punto, todavía no lo ha puesto en marcha, señalan las mismas fuentes sindicales.

La negativa a la construcción de un nuevo horno no va pareja al hecho de que el de La Maruca sea sometido a nuevas reparaciones, algo que ya sucedió hace dos años por estas fechas. La empresa ha comunicado a los representantes sindicales que tiene previsto restaurar el "float" en "unas pocas semanas". Los sindicatos interpretan esto como "una maniobra para ganar tiempo": la reparación le da vida al horno "por unos años más", los que faltan para resolver las dos dudas principales que tiene la dirección de la compañía: la disponibilidad de hidrógeno para alimentar un nuevo horno "verde".

Esta opción no es la que prefieren los trabajadores puesto que, consideran, son ellos los que se ven sumidos en la "incertidumbre": un horno en pleno funcionamiento se traduce en una producción asegurada de hasta dos décadas. "Una reparación puntual, no", destacan.

Esta situación de la factoría avilesina sí que corre pareja con la "deslocalización" de la administración de la multinacional con el consecuente número de despidos. La empresa ha anunciado a 69 de sus 90 oficinistas de Madrid que ya no precisa de sus servicios. El plan, dicen los sindicatos, es expender las nóminas de la delegación ibérica desde Polonia.

https://www.lne.es/aviles/2023/10/11/nuevo-horno-saint-gobain-queda-93198094.html