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Saint-Gobain afronta uno de sus otoños más difíciles

 El Comercio 31/10/2022

Las negociaciones para el cambio de modelo de Sekurit apenas avanzan y la situación de la compañía sigue en estado crítico

Saint-Gobain afronta uno de sus otoños más complejos en sus instalaciones de La Maruca en Avilés, especialmente en la línea de Sekurit, donde aún no termina de encontrarse una salida a la transformación reclamada por la dirección mundial para asegurar que sus números sean rentables.

Como se recordará, la dirección de Sekurit presentó el pasado verano un expediente de regulación de empleo que planteaba hasta un centenar de salidas para reformar el modelo de negocio ante el cambio en el paradigma del mercado.

El rechazo frontal de la plantilla y la huelga convocada terminaron provocando que la empresa retirase la propuesta después de un mes de julio en el que las negociaciones apenas avanzaron.

Después del descanso de verano, la dirección ha retomado su agenda y ha planteado un plan de salidas voluntarias en todo el centro de Avilés dentro de ese proceso de transformación. La negociación aún está en una fase muy inicial, pero existe un clima de desconfianza y reproches entre comité de empresa y dirección, especialmente en Sekurit, que provoca que las conversaciones apenas avancen.

A ello se unen otros elementos que alimentan la tensión. Las previsiones que se manejan es que este año la producción terminará sobre los 936.000 parabrisas y todo el mundo en la fábrica sabe que bajar del millón de unidades supone problemas para la rentabilidad del centro. De hecho, la semana pasada la dirección de Sekurit anunciaba la supresión de un turno en la división para asumir la bajada de pedidos que se vive en España.

Además, las últimas sanciones de la dirección de Sekurit han alimentado una cierta desazón hacia el comité de empresa. Especialmente molesta para la plantilla es la sanción recibida por un trabajador que, durante la citada huelga del pasado verano, realizó una importante labor de apoyo y concienciación en la concentración.

Agravio

El motivo de la sanción es inapelable porque el afectado incumplió protocolos de seguridad sufriendo una baja laboral. Es un tema que nadie cuestiona. Sin embargo, no es la primera vez que sucede algo similar y, en otros casos, no hubo sanciones.

De esa manera, los trabajadores lo interpretan como un castigo hacia una persona que contribuyó al éxito de la movilización.

Y, en este análisis, se comenta en la fábrica es el silencio del comité al que en muchos corrillos reprochan no haber colgado ni una nota interna de respaldo al afectado, con lo que el malestar de bastantes trabajadores comienza a ser más que evidente por la deriva de la fábrica.