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CONVENIO AL TRÁGALA. Saint-Gobain

Como hacen los trileros: mientras una mano te entretiene la otra te hace el truco. Eso nos pasó con la negociación del último convenio. Todavía estamos preguntándonos como nos hicieron el TRUCO. Todavía estamos sumidos en la perplejidad de intentar comprender como se pudo firmar el convenio colectivo. De como los firmantes CCOO y CGT asumieron su contenido. De cómo no se intentó forzar ninguna situación para mejorar nuestras condiciones de trabajo. De cómo claudicaron a las directrices de la Empresa y de cómo pudieron realizar un referéndum tan chapucero, sin garantías y tan tramposo.
Un convenio limosnero en lo económico, que no garantiza el empleo a largo plazo, que no elimina la doble escala salarial, que no reduce ni un minuto la jornada laboral, que no introduce ninguna mejora ostensible en las condiciones laborales de toda la plantilla y que apenas han cumplido con los puntos que ellos mismos se comprometieron en su miniplataforma presentada.
Desconocemos ese interés y esas prisas por firmar rápido, cuanto antes y de cualquier manera en plenas vacaciones. De cómo aceptaron la rendición a las primeras de cambio sin presentar ni siquiera la más mínima oposición.
Desconocemos, teniendo en cuenta en el contexto de previsión de excelentes resultados en la compañía, porqué desgraciadamente estos sindicatos no han querido, intentado, ni peleado para que estos beneficios repercutieran proporcionalmente en la mejora de las condiciones económicas y laborales de toda la plantilla que somos los que los generamos, cuando este sobrante irá a engrosar los bolsillos de unos privilegiados este final de año en modo de bonus  y demás.
Era el momento de reivindicar y forzar las mejoras sustanciales en los puntos prioritarios que toda la plantilla demandaba.
Desconocemos porque no han apostado decididamente por eliminar definitivamente la doble escala salarial existente en el convenio que provoca que cualquier trabajador de nuevo ingreso pierda hasta 18 mil euros en tres años respecto a otro por hacer el mismo trabajo.
Desconocemos como no han sido capaces de reducir absolutamente NADA la jornada laboral.
Desconocemos que hay detrás de este comportamiento intencionado de estos sindicatos convertidos lamentablemente en copilotos de la Empresa.
Una pesadilla de convenio en su forma y en su contenido que nos mete en estado de hibernación TRES AÑOS, nada más y nada menos, en la cueva de pensar.
Y a modo de insistir en una reflexión infantil, no podemos caer en la disyuntiva de que era convenio o cierres de actividades. Porque nadie puede pensar en esta multinacional que el hecho de ceder en mejorar nuestras condiciones de trabajo, va a suponer que la Empresa no vaya a intentar cerrar actividades que están más que cuestionadas. Si no que se lo pregunten a los compañeros de Renedo que después de rebajarse el sueldo, al final como premio, también les cerraron el centro.
Que no nos engañen, porque bobos debemos ser lo justo y porque huele a que esto ha estado más domesticado que los leones de un circo.