La Nueva España 12/05/2024
Los afectados por el cierre de Sekurit muestran su disposición a ocupar puestos en la zona de Glass que queden libres "de forma voluntaria"
Los sindicatos que negocian el expediente de regulación de empleo (ERE) por extinción de contratos en el departamento de parabrisas que la multinacional Saint-Gobain Cristalería tiene en La Maruca, en Avilés, no contemplan otro escenario de futuro que la continuidad del centro de trabajo; es decir, rechazan de manera frontal la pretensión de la compañía de hacer cesar su actividad fabril tal y como anunció el pasado día 8 de abril.
Esta posición recibió ayer el aval de la asamblea de trabajadores, que no quiere oír hablar del plan de recolocaciones que ha presentado –por dos veces– la compañía, un plan encargado a una asesoría que ha buscado vacantes en la comarca para reubicar a las 120 personas que ocupan los empleos que la multinacional quiere suprimir de aquí a dos semanas.
En este plan de recolocaciones existe la posibilidad de abrir huecos en el otro departamento productivo de Avilés: Glass. Es decir, la empresa ofrece la posibilidad de encontrar las plazas del departamento de construcción que deje libres el personal que, voluntariamente, se sume al ERE. Esto significa que el personal de Glass que pida la prejubilación dejará de ocupar sus puestos, cosa de la que se beneficiarían otros trabajadores de las naves de Sekurit. Esto no ha sido rechazado ni por los negociadores ni por la asamblea. Consideran que ganan todos porque se rebaja la estructura de personal (hasta este punto están dispuestos los trabajadores a admitir), sin despidos.
En la asamblea de ayer también se trató el episodio del viernes: un piquete impidió el paso por unos minutos a uno de los principales negociadores de la dirección y, como consecuencia de esto, se dio media vuelta y la reunión del período de consultas señalada oficialmente fue suspendida.
Los trabajadores consideran que la dirección está negociando "con dolo y mala fe y sin aprovechar los días". Aseguran que lo comunicarán a las autoridades laborales porque, dicen, "no se pueden acabar las reuniones porque haya que ir a Madrid o a otra reunión: nos están queriendo despedir".
Tras la asamblea, los trabajadores decidieron cortar el tráfico a la altura de la curva de Cristalería. Inmediatamente, escoltados por la Policía Local, emprendieron una marcha improvisada y a pie en dirección a la plaza de España. Allí repartieron los carteles de la próxima manifestación (el jueves día 16, a partir de las 18.00 horas, con salida desde la Sindical).
En el ámbito político, Covadonga Tomé, diputada regional del Grupo Mixto, reclamó a sus compañeros de la Junta "ponerse frente a los responsables de la empresa" y evitar "una deslocalización con un alto coste económico"