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Saint-Gobain dice que nunca estuvo en Avilés "cerca" de volver a cifras de 2019

 La Nueva España 22/042024

La empresa ha ido reduciendo la plantilla de parabrisas que excedía sus pretensiones hace dos años por medio de negociaciones particulares

La multinacional Saint-Gobain quiere cerrar su fábrica de parabrisas de Avilés, dice, porque nunca ha estado "cerca" de recuperar su nivel de actividad tras la caída del ejercicio 2020. Y a la vez que dice esto sostiene que la cifra de negocio de la empresa Saint Gobain Sekurit España muestra una "evidente mejoría" a lo largo del periodo 2021-23. O sea, ha mejorado, pero no todo lo que la empresa había planificado para el centro de trabajo de La Maruca.

La solución a esta aparente disonancia pasa por cesar la actividad del área de Sekurit de Avilés. Esto es, al menos, lo que sostiene la compañía que el pasado día 8 de abril comunicó a los trabajadores asturianos de su empresa que había decidido cerrar el negocio de parabrisas de La Maruca.

Hace dos años había dicho que con despedir a 42 personas para ajustar números era suficiente para olvidar el agujero económico. No lo llevó a cabo entonces: la plantilla de la fábrica mantuvo una huelga de veinte días consecutivos que obligó a la dirección de Sekurit a renunciar a la primera tanda de despidos. Se da la circunstancia, sin embargo, de que el personal excedente –así llamaron a los que había que echar en el verano de 2022– ya está fuera. Y lo está fruto de negociaciones particulares: cada trabajador con la empresa.

La mejoría que reconoce la compañía está en los resultados económicos: la sociedad pasó de registrar un resultado de explotación negativo de 2021 de 3,91 millones a un resultado de explotación positivo de casi 6,9 millones de euros en 2023. Pero reconociendo esto, asegura que esos números en realidad son un espejismo porque incluyen los dos millones de las operaciones previamente canalizadas a través de Saint Gobain Sekurit Portugal, equivalente a un 29% del resultado de explotación del ejercicio. O sea, que los números de la sociedad portuguesa distorsionan la realidad de la sociedad española. Se da la circunstancia de que la multinacional ordenó cerrar la fábrica de parabrisas de Santa Iria de Azóia, en Loures, junto al municipio de Lisboa en agosto de 2021 porque la cifra de negocio del departamento entre los años 2018 y 2020 había hecho un roto que la dirección cuantificó en 8,5 millones: "La situación era insostenible", apuntaron fuentes de la compañía.

Otra de las disonancias que llegaron tras esta decisión fue el traslado a Avilés de la línea de trabajo que se estaba llevando a cabo en Portugal. Los trabajadores razonaban así: "Cierran Portugal porque no es rentable y eso que dejan de hacer porque no es rentable lo llevan a Avilés". Se refieren estas fuentes al mercado de repuestos. Finalmente, la compañía determinó que sí, que los recambios tampoco eran el futuro para Avilés, de hecho, desde el día 1 de enero, estos vidrios se hacen Rumanía.

Con todo esto, que los trabajadores interpretan como "razones económicas" y la empresa "productivas", es que la empresa ha presentado su plan de extinción de contratos en Sekurit. Y esto es porque, subrayan, "los costes de fabricación resultan más gravosos en el área de vidrio laminado que en el área de vidrio templado, en la medida en que, atendiendo al ejercicio 2023, en el caso del vidrio laminado absorbieron el 90,62% de los ingresos del ejercicio, frente al 80,4% en el caso de los productos de vidrio templado".

Esto se lee en el informe de casi dos centenares de folios que la multinacional presentó a sus trabajadores para justificar su despido. Esta mañana se concentran –de 11.00 a 13.00 horas– en la plaza de Europa de Piedras Blancas.

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