La Nueva España 27/04/2024
José López Antuña. Opinión
Una actividad industrial centenaria contra las cuerdas
El pretendido cierre de Saint-Gobain en Avilés se ve favorecido por la flexibilización normativa
El pretendido cierre de la planta de Saint-Gobain en Avilés, Asturias, ha generado preocupación tanto a nivel local como nacional. Este cierre, que representa la pérdida de cientos de empleos en la región, ha puesto de relieve el fenómeno de la deslocalización industrial y sus implicaciones económicas y sociales. Además, este caso específico nos invita a reflexionar sobre el papel de la reforma laboral previa (Real Decreto Ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral) en la facilitación de procesos como los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y el fenómeno del dumping social.
La deslocalización industrial, definida como el traslado de la producción y las operaciones de una empresa a otro país o región, es un fenómeno cada vez más común en la economía globalizada. Las empresas buscan reducir costos laborales, acceder a nuevos mercados y aprovechar incentivos fiscales, entre otros factores. En el caso de Saint-Gobain en Asturias, el cierre de la planta se ha atribuido a razones económicas y estratégicas, lo que refleja la presión que enfrentan las empresas para mantener su rentabilidad en un entorno altamente competitivo.
La influencia de la reforma laboral anterior en España también ha sido un factor importante en este proceso. La flexibilización de las normativas laborales, introducida con el objetivo de fomentar la contratación y reducir la rigidez del mercado laboral, ha permitido a las empresas implementar ERE de manera más rápida y con menores costos. Esto ha facilitado la toma de decisiones como el cierre de plantas y la reestructuración de operaciones, sin tener en cuenta necesariamente el impacto social y humano de estas medidas.
Un aspecto preocupante asociado con la deslocalización y los ERE es el fenómeno del dumping social. Este término se refiere a la práctica de competir en el mercado global mediante la reducción de costos laborales y sociales, a menudo a expensas de los trabajadores y las comunidades locales. En el caso de Saint-Gobain en Asturias, el cierre de la planta podría interpretarse como un ejemplo de dumping social, ya que implica la pérdida de empleos estables y bien remunerados en favor de una mayor rentabilidad para la empresa en otros lugares.
Ante este panorama, es crucial reflexionar sobre el equilibrio entre la competitividad empresarial y la protección de los derechos laborales y el bienestar social. Si bien es comprensible que las empresas busquen maximizar sus beneficios, estas decisiones no deben ignorar las consecuencias humanas y sociales de sus acciones. Además, los gobiernos y las instituciones deben considerar políticas que promuevan un desarrollo económico sostenible y equitativo, que proteja tanto los intereses de las empresas como los derechos de los trabajadores y las comunidades afectadas por la deslocalización.
En conclusión, el cierre de la planta de Saint-Gobain en Asturias destaca la complejidad de los desafíos económicos y sociales en la era de la globalización. Es necesario un enfoque holístico que equilibre la competitividad empresarial con la justicia social y el desarrollo sostenible. Solo así podremos construir un futuro en el que la prosperidad económica vaya de la mano con el bienestar de todos los ciudadanos.
https://www.lne.es/aviles/opinion/2024/04/27/reforma-laboral-deslocalizacion-101626875.html