17/11/2023 C S I Saint-Gobain I N F O R M A
Comenzó el proceso electoral en el centro de la manera más insospechada por atípica. Por una parte, el sindicato mayoritario CCOO que haciendo gala de su descaro habitual, optaron por no estar ni aparecer todavía en campaña. Solos, y junto a la empresa, como siempre, pretendieron decantar el número de representantes en cada colegio electoral, potenciando el de técnicos en contra del de obreros. Presentaron varias solicitudes de personas trabajadoras para que se les considerara empleadas y defendieron la maniobra de la empresa de no contabilizar varios contratos finalizados. Una proporción entre colegios electorales (8 obreros/5 empleados) que no refleja que trabajamos en una factoría netamente industrial. Y todo con el mismo propósito, conseguir a través de este colegio electoral de técnicos y administrativos unos resultados que, a la empresa y CCOO, les resulten en su conjunto favorables para poder arremeter contra los derechos de la plantilla en el centro.
Su estrategia en campaña parece clara y cómoda: seguir
siendo el sindicato de cabecera de la empresa y para ello esperar a que ésta, a
toque de corneta, dé las oportunas indicaciones al personal afín, para que
apoyen con su voto a su sindicato preferido. En estas elecciones a la empresa
no le ha hecho falta promover y organizar el engendro de una candidatura como
en la anterior con GITEC para contrarrestar nuestra presencia, puesto que CCOO,
como primera franquicia de la empresa, ya ocupó su puesto hace tiempo sin
ningún tipo de complejo.
Es decir, este sindicato CCOO en las elecciones sindicales
lo sigue fiando todo al apoyo de la empresa con la consiguiente y debida
contraprestación de siempre: ayuda a cambio de las firmas correspondientes para
lo que sea menester. El gran problema es que estos comportamientos nos salen
muy caros a las personas trabajadoras, pero como el descaro en esta empresa no
les penaliza ni se refleja, siguen con la misma estrategia de entreguismo a
fondo y a tope. Ellos están a lo suyo, que no es precisamente lo que le
interesa al conjunto de la plantilla.
Y por la otra parte, está el sindicato UGT, inmerso en un
lío interno sin resolver de legitimidades y de siglas sindicales, el cual nos
está afectando a toda la plantilla, siguen con su tónica habitual de
indefiniciones y ambigüedades: digo una cosa, hago la contraria; hoy no estamos
de acuerdo, pero mañana tal vez. La penúltima, por surrealista y patética, fue
la del abogado en el juicio de la doble escala salarial, donde afirmó ante el
tribunal que, como sindicato UGT, llevaba dos posiciones contrarias entre sí,
que el propio juez le increpó porque no daba crédito a lo que expuso.
Y también cabe recordar que, en la actualidad, todavía
estamos esperando que este sindicato nos informe a toda la plantilla, por
primera vez, de cómo está el proceso de despidos de nada menos que de 70
personas trabajadoras que Saint-Gobain está llevando a cabo en el centro de
Madrid y en donde UGT es el sindicato mayoritario. Un silencio tan estruendoso
como lamentable.
Lo importante en unas elecciones es votar bien porque los que votan mal acaban pagándolo caro
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