El Comercio 22/11/2022
La negativa del representante de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) a participar en la reunión celebrada ayer en Saint-Gobain para abordar el traslado de doce trabajadores de Sekurit a Glass y el rechazo de afectados a participar en el encuentro al que estaban citados representa un incremento de las tensiones en la multinacional del vidrio en una semana clave para la empresa.
Y es que hoy, martes 22 de noviembre, y mañana, día 23, la dirección y el comité intercentros deberán resolver la situación del convenio colectivo. La dirección ha planteado la necesidad de un acuerdo rápido (esta misma semana o, como mucho la próxima) para asegurar las inversiones en Sekurit.
El nuevo conflicto en Glass surge con la supresión del cuarto turno en Sekurit. Esta situación provocó que doce personas se quedasen sin puesto y, para evitar despidos, la dirección decidió reubicarlos en Glass.
En el cambio, se contaba que la plantilla de Glass los apoyase y explicase los procesos de trabajo. Sin embargo, aunque no se ha producido un ambiente de hostilidad no había el intercambio de información que se esperaba desde algunas personas de Glass.
La reacción de los mandos de Saint-Gobain fue apelar a que se facilitase esa llegada, sin lograr ningún cambio. Ante la persistencia, la semana pasada las cinco personas que habían rechazado la transferencia de conocimientos recibieron sendas cartas de amonestación.
La actitud fue denunciada la semana pasada por la CSI y ayer el sindicato decidió no sumarse a la reunión por las «hostilidades». Los trabajadores amonestados apoyaron la decisión sindical y también decidieron no acudir.
Desde la dirección de Saint-Gobain se declinó ayer realizar ningún comentario sobre el tema. La presidenta del comité de empresa, Verónica Fernández, tampoco quiso hacer declaraciones.